Desde su nacimiento, Colombia fue un país violento y de asesinos
El país no ha tenido un momento de paz desde 1812
Las terribles y desesperanzadoras palabras pronunciadas por el Libertador Simón Bolívar en el final de su vida -a finales de la década de 1820- tuvieron su origen en 1812, cuando apenas comenzaba a disfrutarse de la Independencia.
-Tenemos dos millones y medio de habitantes derramados en un dilatado desierto. Una parte es salvaje, otra esclava, los más son enemigos entre sí y todos viciados por la superstición y el despotismo. Hermoso contraste para oponerse a todas las naciones. Esta es nuestra situación, nuestra Colombia– exclamaba Bolívar en ese entonces y...¡Cuánta razón tenía..!
Aún no terminaban de huir los españoles tras los sucesos de 1810 y el mal llamado episodio de la supuesta Independencia, cuando ya Colombia se debatía en una guerra civil. Entre 1812 y 1814,
Antonio Nariño tebía una posición inflexible -como si fuese el propietario del país- y exigía un gobierno de carácter centralista, Antonio Baraya, quien en principio lo respaldaba, después cambió de bando, pasó a ser federalista apoyado por Santander y empezó la primera confrontación. Los españoles al acecho, pero los colombianos, cada quien tratando de satisfacer su apetito.
-Mestizos que ayer eran esclavos y hoy se cree cada uno de ellos el dueño de un país- decía Bolívar para describir a los habitantes del país
Pero eso no quedó ahí. Era tanto el odio entre los recién libertados ciudadanos, que casi enseguida se ordenó a José María Obando, que asesinara lal Mariscal Antonio José de Sucre, por parte de amigos de Francisco de Paula Santrander. Se hizo a través del periódico El Demócrata, el 1° de Junio de 1824.
-Acabamos de saber con asombro por cartas que hemos recibido por el correo del Sur, que el general Antonio José de Sucre ha salido de Bogotá… Las Cartas del Sur aseguran también que ya este general marchaba sobre la provincia de Pasto para atacarla; pero el valeroso general José María Obando, amigo y sostenedor firme del Gobierno y de la libertad, corría igualmente al encuentro de aquel caudillo y en auxilio de los invencibles pastusos. Puede que Obando haga con Sucre lo que no hicimos con Bolívar…-señalaba la publicación 3 días antes del crimen en Berruecos
En 1839, se dio la denominada Guerra de los Supremos. En apariencia, esta nueva guerra civil tuvo su origen en motivos religiosos, pero lo cierto de todo es que en julio de 1840 es que José María Obando -quien iba a ser juzgado por el asesinato de Sucre- se escapó de la cárcel y se levantó en arnas contra el gobierno de José Ignacio Márquez- Los dirigentes antigobiernistas, aprovecharon la ocasión y se sumaron al alzamiento, que culminó un año después.
En 1851, los terratenientes conservadores del Cauca se rebelaron contra las reformas sociales hechas por el presidente liberal, José Hilario López, quien el 21 de mayo de 1851, proclamó la libertad de los esclavos, expulsó del país a los miembros de la Orden de los Jesuitas, eliminó la pena de muerte, la prisión por deudas y consagró la libertad de prensa,
Al final, el gobierno liberal vencería en la contienda, consolidándose en el campo político, pero de manera breve. La efímera paz murió en 1860, cuando el gobernador del Cauca, Tomás Cipriano de Mosquera, se sublevó contra el gobierno de Mariano Ospina Rodríguez, logrando el apoyo de todos los sectores liberales.
Fue la única vez que los insurrectos triunfaron en la confrontación civil. Mosquera llegó a Bogotá, tomó el poder y creó la Constitución de Rionegro, que estaría en vigencia hasta cuando Rafael Núñez la derogó en 1886.
Pero entre 1876 y 77, habría otro enfrentamiento. Los conservadores se sublevaron contra el gobierno del presidente Aquileo Parra, con el fin de tratar de establecer una "Educación Religiosa" y no una "Laica" o "Neutra" como se le llamó en ese entonces. Los liberales lograron el triunfo transitorio, pues se consiguió la unión de sus diferentes sectores.
Los Liberales en 1895 trataron de derrocar al presidente de ese entonces, Miguel Antonio Caro, pero de manera infructuosa. Hubo varios levantamientos pero todos ellos infructuosos, dado que de manera rápida fueron sofocados por el gobierno.
Lo peor, sin embargo, llegó en 1899, la denominada Guerra de los Mil Días. En tal confrontación, el gobierno conservador de José Manuel Marroquín llamó en su auxilio de los Estados Unidos y allí comenzó a tejerse la historia de la posterior Separación de Panamá.
En 1928, se produjo la Matanza en las Bananeras, planeada por la United Fruit Compañy. ordenada por el propio gobierno del presidente Miguel Abadía Méndez y ejecutada por el Comandante Militar de la Zona, Carlos Cortés Vargas, en la que hubo "más de 1500 muertos" según el debate adelantado por Jorge Elliécer Gaitán en la Cámara de Representantes.
La historia comenzó en octubre de ese mismo año y fue develada por el Representate a la Cámara, Jorge Eliècer Gaitàn en septiembre de 1929
Los dirigentes sindicales de la zona, Pedro M. del Río, Bernardino Guerrero, Nicanor Serrano, Erasmo Coronell y en especial, Raúl Eduardo Mahecha, confeccionaron –haciéndose eco de las peticiones obreras, elaboraron un pliego de peticiones con nueve puntos cuya aprobación solicitaban a la United Fruit:
Reparación por accidentes de trabajo;
Habitaciones higiénicas y descanso dominical;
Aumento en 50% de los jornales de los empleados que ganaban menos de 100 pesos mensuales;
Supresión de los comisariatos;
Cesación de préstamos por medio de vales;
Pago semanal;
Abolición del sistema de contratista; y
Mejor servicio hospitalario y
Un seguro colectivo obligatorio.
La United Fruit, desde luego, no estaba dispuesta a aceptar las solicitudes de sus trabajadores. Por eso, el gobierno colombiano, para favorecer los intereses extranjeros, ordenó que los soldados, se encargaran de cortar y embarcar la cosecha en los trenes.
Al final, Más de 1500 civiles fueron fusilados por el ejército colombiano, para proteger los intereses de la United Fruit Company; Debate adelantado por los Representantes a la Cámara, Jorge Eliécer Gaitán y Gabriel Turbay
La violencia no se detenía. En la década entre 1930 y 40, la violencia partidista imperaba y fue cuando el líder conservador, Laureano Gómez, juró hacer del territorio colombiano "algo invivible"
-Es el régimen de la amenaza (…) Guerra civil si el candidato elegido no es satisfactorio para el conservatismo. Guerra civil si no se deroga la constitución de 1936. Guerra civil si no se acaban las garantías a los trabajadores de Colombia. Guerra civil si no se deja, al fin, que el partido conservador gobierne la república a su antojo (…) La guerra civil no la van a ganar los conservadores sin hacerla. No entregamos nada a una amenaza. No por jactancia, ni por ferocidad, ni por terquedad, sino porque una república se hace invivible cuando los extorsionadores se convierten en amos- dijo en un discurso recogido por la Radio Nacional el 11 de septiembre de 1940
“¡…llegaremos hasta la acción intrépida y el atentado personal… y haremos invivible la república!”.
La Radio Nacional cuenta que esta matanza entre colombianos -que ya venía de manera silenciosa- hace eclosión en 1948, tras la muerte del caudillo liberal, Jorge Eliécer Gaitán. Hubo asesinatos selectivos de militantes de ese partido y entonces, algunos campesinos decidieron armarse. -Tras los asesinatos, algunos campesinos huyeron al monte para salvar a sus familias y allí crearon núcleos de autodefensa que serían con el tiempo la razón del nacimiento de las guerrillas liberales del sur del Tolima, las cuales fueron integradas por grupos familiares como los Cantillo, Vargas, Borja y Loaiza, entre otros- señala la radio.
La publicación da cuenta también de la creación de un cuerpo armado, una especie de policía privada, un cuerpo paramilitar, denominado Los Chulavitas, Se denominaron chulavitas porque entre sus filas había muchos campesinos conservadores procedentes de la vereda Chulavita, perteneciente al municipio de Boavita, en el departamento de Boyacá.
-El período de ‘La Violencia’ marcó la historia de Colombia y fue uno de los episodios más conflictivos, en el que comenzó una sangrienta lucha bipartidista que dejó cerca de 200 mil muertos. Los Chulavitas era como se le conocía al grupo de ataque del gobierno del conservador Laureano Gómez. A este grupo se le responsabiliza de muertes y persecuciones a los partidarios liberales considerados como radicales o comunistas -indica el archivo de la Radio Nacional, que más adelante agrega:
El resto, ya es historia moderna que se ve todos los días en los canales de televisión, se escucha en la radio o se lee en las redes sociales
Comments