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Foto del escritorPepe Sanchez

Caballo, gato, humano...A veces se muere por amor, como le pasó a Pepe


Caballo, gato, humano

Pepe?, sí Pepe un caballo con nombre de gato, e hipocorístico, de José. En su temperamento Pepe tenía de los tres, la fuerza del caballo, la astucia del gato, y el mal genio de José.

Pepe de color negro azabache, recorría las altiplanicies de Sabanalarga, Atlántico.

Sus propietarios la familia Borrero, sobrellevaban las groserías y desplantes de Pepe.

Cabalgar sobre Pepe era sorprenderse. Hoy podía ser un manso corcel obediente a las riendas y al día siguiente ser un caballo terco, salvaje y agresivo.

Los días que amanecía de mal genio no se aceptaba ser montado por nadie, corría por todo el campo y había que lanzarle trozos de maderas y tirarle piedra para poder detener su carrera y así calzar la silla de montar.

Una vez calzada la silla Pepe de mal genio al primer descuido del jinete lo estrellaba contra los árboles o lo arres costaba a los filosos alambres de púa.

Muchas veces se cansaron los propietarios de pasar con Pepe, por un portillo estrecho a la entrada del rancho Pepe se estrellaba contra los postes de la entrada y no había poder que lo direccionada.

Sin embargo, estando halando la carreta sin jinete a bordo, Pepe entraba con una seguridad milimétrica por el portillo sin rayar las llantas o tablones de la carreta.

También amanecía con días de exagerada docilidad y sus propietarios se satisfacían de ver su comportamiento.

Como días que amanecía con el gato interior y desbrochaba las entradas de las talanqueras de los portillos con sus dientes, se paraba en dos patas y alcanzaba de la ventana de la cocina la azúcar que tanto le gustaba.

Una vez de excelsa mansedumbre mientras el hijo mayor del señor Borrero lo preparaba, cuando el joven se acercó a colocarle la rienda le asestó un mordisco en la barriga, en Pepe definidamente no se podía confiar. Había días que los terneros le huían, Pepe los mordía por su patas y los lanzaba lejos con todas las fuerzas que poseía en su cuello.

Una tarde se dejó llevar por los impulsos y quiso robarle el alimento a Chonchi, un padrote cerdo grande de más de 150 kilos, casi que encuentra la muerte fue atacado por Chonchi y mordido varias veces en el estómago.

Pepe murió en su Ley como se desea morir, de cierta manera especial.

Haciendo el amor con una yegua del vecino de la finca del lado, encaramado sobre la yegua teniendo una cerca de por medio de muy poco tamaño, pepe al bajar de su faena fue atravesado por el estómago por una madrina de guayacán que le arrebato sus siete vidas de gato, su vida de caballo; para llevarlo a la inmortalidad que los hombres deseamos, ser eternos en los recuerdos. ¡Adiós Pepe!

Guillermo Nieto Molina

Septiembre 26 7:58 A.M....

Derechos Reservados.

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