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  • Foto del escritorPepe Sanchez

Chano Pozo el “Mago del Tambor” y el rey del Palladium en Nueva York


Por: Anibal Castro.E


Por las barriadas del cielo tocando se encuentra Arsenio, por las barriadas del cielo junto a Benny More en unión a Chano Pozo siempre tocando un Bembe.

Y de seguro allá en el cielo esta Celia con estos grandes maestros del ritmo, tocando un guaguancó o un Bembe.

Mi columna de hoy quiero dedicarla a Chano Pozo un célebre tamborero cubano que tuvo fama y reconocimiento en Cuba, los Estados Unidos allá en la manzana grande, era el rey del Palladium junto a Benny More, Bauza y muchos más.

Chano Pozo era hermanastro del famoso trompetista Félix Chapotín, Chano había trabajado con Rita Montaner (que fue su amante) «Y ya que te dije eso, les voy a decir otra cosa que nadie sabe: cuando Rita Montaner ayudó a Chano, y salieron juntos bailando en los Dandys de Belén, ellos eran marido y mujer, no casados, claro, pero marido y mujer, al fin y al cabo.». Era bailarín, conguero, trabajaba en hoteles, y solía componer músicas, sin saber escribirlas: pedía a otros hacerlo por él, al igual que Benny More con un talento innato hacia la música.

Cuando Chano incorporo el tambor al son cubano era un tabú en esa época, en una columna anterior había comentado que por esa época en Cuba era prohibido tocar tambor en eventos de la sociedad cubana, ya que estaba relacionado el toque del tambor de los rituales africanos que se practicaban en los sembradíos de caña en cuba.

Chano nació en cayo hueso un sector de la habana y creo un golpe particular, un toque que logro fusionar de los golpes del tambor de estos rituales y lo llevo al son cubano y fue con Arsenio Rodríguez con quien comenzó su carrera corta pero maravillosa.

Cuentan los que lo conocieron y escucharon sus ritmos, que era de ensueño su improvisación e interpretación del tambor, pero tenía un gran defecto era guapo, si guapo trampeador, peleonero y esa fue su perdición acompañado con su FE mal interpretada de la religión abakuá, Chano pertenecía a esta hermandad y por unos cantos secretos y su juego lo expulsó por 120 años.

¿Quién era, en realidad, aquel negrito feo y guapetón que gracias a su habilidad innata para golpear el tambor escaló uno a uno todos los peldaños que conducen a la inmortalidad? ¿Quién era este hombre que obligó escribir a un renombrado crítico de jazz que «la poderosa y principal influencia de la música afrocubana sobre jazz y, especialmente, en el bop, alcanzó su punto culminante en el invierno de 1947? cuando el director de banda Dizzy Gillespie se acercó a Bauza y le pidió le recomendara a un percusionista y éste contrató al tamborero cubano Chano Pozo para un concierto en Town Hall.

la agrupación de Dizzy Gillespie no querían a Chano Pozo en parte por el tema de la discriminación y el otro por su forma de ser, guapo y arrogante. Gillespie lo iba a sacar de la agrupación y Chano se le presento con una composición que a mi modo ver es la obra maestra de este gran percusionista “MANTECA”

cuentan que como él no sabía escribir la música, dicto todos los acordes con la voz. Así es tal cual una obra maestra del Jazz.

Chano hizo un gran aporte a la nueva ola revolucionaria de la música porque gracias a sus aportes surgieron esos percusionistas que después conocimos como Mongo Santamaría, Ray Barreto, Horacio el Negro Hernández y muchos más.

Chano llevaba una vida loca y acelerada, apenas comprensible un negro bembón con tanto éxito para muchos en la habana era incomodo, pero si ese negro tenia talento, ritmo, son y Bembe. Su show comprendía un solo de más de 6 tambores que tocaba al tiempo, contó alguien que se le cayeron los tambores y él se levantó tomó uno de los tambores del piso y siguió tocando como si nada hubiera pasado, así era Chano Pozo de la tragedia, de los malos momentos sacaba lo mejor.

«Con Chano Pozo habíamos tenido un éxito inmediato —recuerda, conmovido, Dizzy Gillespie. Pero lo que es más importante: Chano cambió el gusto de la música en los EE.UU. y a mí me alegra haber tenido algo que ver con ese fenómeno. Chano, con sus siete tambores cubanos, fue el factor decisivo en el proceso de introducir e integrar la música afrocubana en el jazz norteamericano. Chano Pozo fue un innovador y un nuevo punto de partida.»

Luciano Pozo González nuestro invitado de hoy y el tema recomendado “MANTECA”





Un abrazo antillano


By Anibal Castro.E

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