Con seguridad que casi todos han leído la cita evangélica de Juan 18:36, que trae la respuesta de Cristo a Pilatos sobre el poder temporal, es decir, el poder político sobre la faz de la Tierra:
-Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí.
Alguna vez, hablando con un Pastor Eclesiástico que aspiraba al senado de la república, le hice esa pregunta.
-¿Por qué si Cristo -Hijo de Dios- dijo que su reino no era de este mundo, ustedes que dicen ser sus representantes en la Tierra, pelean para ser elegidos a cargos en el Estado?
Hasta allí llegó aquella rueda de prensa y jamás pude conocer el sentimiento o pensamiento político-religioso de ese personaje.
Por tal razón, por esa frase de Cristo, no logro entender la posición del clero, participando en política:
Julio Uriosa, cardenal venezolano, se refirió al régimen de gobierno de su país:
–Esto es una dictadura porque se ha anulado al parlamento y luego se ha establecido un órgano político absolutamente inconstitucional, pero además torpe y fraudulento como lo es la ANC– dijo
¿Para qué le sirve al Catolicismo esa intervención en asuntos de gobiernos?
La historia de la Iglesia Católica está llena de muestras de lo nocivo que ha sido tanto para ella como para el mundo, la intervención del clero en materia religiosa.
En Colombia, por ejemplo, se cita como causa del recrudecimiento de la guerra partidista a dos prelados, Miguel Ángel Builes y Pedro Ramírez Ramos, este último, linchado por los habitantes Armero y es considerado hoy como Mártir por la Fe.
-Un campesino colombiano debe ser un soldado de Dios encargado de combatir el ateísmo liberal” o “Los obispos que no defenestran desde el púlpito la apostasía roja no son más que unos perros echados- son algunas de las frases con las que desde el púlpito, Monseñor Builes arengaba a sus fieles.
Esto, desde luego, lo que genera son controversias, odios y rechazos tanto hacia el Clero, como a la Divina Enseñanza, que resulta politizada.
Peor, mucho peor fue lo sucedido con el sacerdote, Pedro Ramírez, asesinado por una multitud en Armero. Así lo cuenta el diario El Espectador:
-El 9 de abril de 1948 fue asesinado en Bogotá el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán. Ese mismo día, una turba enfurecida ingresó a la iglesia de San Lorenzo, en Armero, y destruyó las imágenes de los santos y lo que en ella se guardaba- indica el periódico en su publicación del lunes, 7 de octubre de 2017 a las 22:13
“Dicen que estaban buscando vengar la muerte de Gaitán y que se fueron contra el padre Pedro, que era de convicciones conservadoras y que tenía continuas discrepancias con los liberales”
Por cierto que ha habido gestiones para conseguir que se inicie el proceso de canonización del Padre Ramírez, como presunto mártir de la fe, pero, desde luego, hay opiniones en contrario y bastante duras, por supuesto
–Si Su Santidad escucha mis palabras y si, así como la Iglesia ha pedido perdón por los delitos de los sacerdotes pedófilos, opta por pedir perdón a nombre de la Iglesia Católica por haber sido partícipe de los actos de violencia que generó el gobierno contra el pueblo gaitanista y antes de ello contra las huestes que seguían a su antecesor, el general Rafael Uribe Uribe, yo puedo hacerle llegar los documentos probatorios de lo dicho”– reza una carta enviada por Gloria Gaitán -hija del inmolado líder Jorge Eliécer Gaitán-al Nuncio Apostólico, Ettore Ballestrero, cuando se enteró de que se buscaba la canonización del Padre Pedro Ramírez Ramos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, hubo duras críticas contra el Papa Pío XII, por no haber condenado de manera pública, los regímenes nazi, de Adolf Hitler y fascista de Benito Mussolini.
Si Pío XII -O Pastor Angelicus como también se le conoció- en lugar de adoptar una posición pacifista, hubiese intervenido como pretendían sus detractores, quien sabe qué más habría ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial.
Con toda seguridad, no habría podido salvar más judíos de los que salvó de la persecución.
Mientras todos se empecinaban en que el Pontífice interviniese en la confrontación ecuménica, miren lo que dijo sobre este particular el Rabino Jefe de Roma (Elio Toaff) tras la muerte de Pío XII:
-Los judíos siempre recordarán lo que la Iglesia Católica hizo por ellos por orden del Papa durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando la guerra estaba arrasándolo todo, Pío XII alzó a menudo la voz para condenar las falsas teorías raciales.
Desde luego, cada quien tiene derecho a opinar y a intervenir en el tema que quiera. Yo, en lo particular, en lo que me atañe, guardaré por siempre la palabra del Hijo de Dios: -Mi reino no es de este mundo
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