*De verdadero héroe de guerra, hombre de gran entereza y valor, pasóa convertrise en una especie de Chapulín Colorado por exceso de elogios
Curiosa historia que convirtió a un hombre valiente, en el equivalente al payaso de los circos Jaques II Chabannes, señor de La Palice, fue un militar francés de heroica actuación en la batalla de Pavía en 1525. En esa ocasión, los franceses fueron derrotados por las tropas hispanoalemanas de Carlos V, y La Palice resultó herido varias veces.
La batalla de Pavía se dio el 15 de junio de 1512 entre el ejército de Luis XII de Francia y los señores de Venecia, en pugna por el control del norte de Italia
Chabannes, La Palice, comandante francés, resultó muerto en el enfrentamiento, pero dando tales muestras de valor, que sus soldados decidieron inmortalizarlo
Herido por dos balas de cañón, sin brazos, y casi sin poder moverse por múltiples lesiones en las piernas, peleó sin parar hasta morir desangrado, en medio de espantosos dolores. Pereció como un valiente, alentando a sus tropas con gritos desesperados y exigiendo a sus soldados que no retrocedieran.
Tantos fueron su vigor y su bravura, que uno de estos soldados, quiso exaltar la memoria de su jefe, con una estrofa que le sirviera de epitafio. En su trova, el militar quería señalar el incuestionable valor que mostró La Palice, quien aún muriéndose, seguía empeñado en la feroz batalla, sin desmayar, sin rendirse. Esta fue la estrofa:
El Gran La Palice ha muerto
en los campos de Pavía
Si no hubiera muerto
siguiera causando envidias.
Lo malo fue que la estrofa no fue bien copiada. Alguien la transcribió, y quedó de la siguiente manera:
El Gran La Palice ha muerto
en los campos de Pavía
Poco antes de morir…
…¡Tenía vida, todavía!
Este epitafio fue descubierto 100 años después por Bernard de Monnoye, quien le agregó unos estribillos, que convirtieron al legendario guerrero en el Cantinflas de antes de ayer, el Chapulín Colorado de ayer, y el Scooby Doo, de esta mañana; es decir, una caricatura, una verdadera tira cómica, que sólo despierta risas.
Como muestra, les entrego tres estrofas –no traducidas, son versión colombiana- de lo que quedó de la gloria del General La Palice, el paladín de Pavía, en la canción hecha por Monnoye.
Se casó con una dama de gran virtud y dinero;
si no se hubiera casado,
seguiría siendo soltero.
Esta es la segunda:
Tenía un barco de combate,
pero fuera en paz o en guerra,
si no andaba por el agua,
Seguro estaba en la tierra
Y la tercera:
Como hombre precavido dormía con un ojo abierto Y siempre se hallaba dormido, cuando no se encontraba despierto
De personaje de leyenda, de gran héroe en la batalla de Pavía, La Palice, por múltiples elogios, pasó a ser una especie de Chapulín Colorado. ¿Habrá en Colombia un personaje que pueda correr una suerte similar?
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