Al igual que el gran Lucho Bermúdez, el Joe Arroyo también paso por mi Cienaga natal e hizo parte de la historia de esta artista que nunca se ha contado según relata EImar Fandiño Sarmiento cuñado de los hermanos Rendon de Cienaga; a continuación, la siguiente historia inédita:
Vví personalmente este episodio y pertenece a un capítulo que no se ha contado en la vida del gran Joe Arroyo, el centurión de la noche, el hombre de la clave, En el año de 1971 existía en la población de Ciénaga, Magdalena, una caseta que se llamaba El Miramar, de propiedad de los hermanos Tito, Carlos y Eduardo Rendón, actualmente sede de recreación de una caja de compensación familiar. Existía una agrupación de músicos que tocaban todos los fines de semana, denominada La Protesta de Colombia, cuyos cantantes eran Álvaro José Arroyo (el Joe) y Jhonny Arzuza, que interpretaban música de Julio Ernesto Estrada (Fruko), era la época del hipismo y una forma de protestar de esta agrupación era que todos cantaban y tocaban sin camisa.
Carlos Rendón, mi cuñado, en alguna oportunidad convenció a Fruko para un mano a mano entre su agrupación y La Protesta en la caseta El Miramar, en ese momento llego y Fruko escucha cantar al Joe y queda fascinado con su voz, ese día después de la presentación alrededor de una mesa, contando pormenores de la fiesta, Fruko felicita al Joe y le dice que tenía una extraordinaria voz, pero que había algo que le había fascinado y era cómo hacía para producir el sonido de relincho de caballo, lo invitó a que hiciera parte de su agrupación, lo convenció y Joe aceptó.
Joe irradiaba un estilo arrollador, era un show en la tarima, su estilo era impresionante, las mujeres se volvían locas al verlo actuar y cantar, era un momento crucial para la caseta el Miramar y había que elegir un buen contendor que alternara con Fruko y sus cantantes el gran Joe Arroyo y Wilson Saoko. Esa agrupación era la de un muchacho que venía pidiendo pista para ser un grande del folclor vallenato, el gran Diomedes Díaz, apodado el Cacique de La Junta, ese fue el primer encuentro del Joe con Diomedes.
Meses más tarde me hice amigo de Salvado Jassir, él tenía una caseta en Pradomar llamada El Escorpión, famosa por esa época. Cierto día me invitó porque presentaba a Fruko y sus Tesos, con Joe Arroyo y Diomedes Díaz. Le conté a Salvador que ese evento ya había pasado en Ciénaga en la caseta El Miramar de los hermanos Rendón. Con esta historia cierro el capítulo en la historia del músico de salsa más grande que haya dado Barranquilla, que en ningún momento de la vida del Joe lo mencionan y que tuvo el privilegio de tenerlo viviendo por casi un año en el hotel Naval, que quedaba diagonal al monumento a los Mártires de Las Bananeras, hotel de propiedad de María Élida González, el cual albergó a la leyenda del ritmo Joeson, el gran Joe Arroyo.
Excelente historia y no es si no escuchar aquella canción emblemática dedicada a Barranquilla “ EN BARRANQUILLA ME QUEDO” en el año 1988 las primeras letras llegaron a la mente del artista en la vía Cienaga – Barranquilla luego de ver en el horizonte a Barranquilla entre niebla y el roció de las olas del mar, volvía el Joe de un toque en el magdalena y cuenta Chelito de Castro: “Una vez veníamos de regreso por la vía a Magdalena, apenas pasamos Ciénaga se veía a lo lejos la sombra de Barranquilla en el horizonte, y Joe dijo: “Ay, mi Barranquilla, como te quiero, como te quiero, como te quiero” esa vista inspiradora para todo el que ha viajado por esta carretera. Quien no ha experimentado la ansiedad de ver el puente Pumarejo y al fin llegar a Barranquilla a la 17 o a Simón Bolívar donde ya se siente el ambiente de esta tierra que inspiro al Joe Arroyo.
Cienaga siempre recibía al Joe en época de carnavales en sus dos casetas La Monumental y la caseta México, siempre estaba programado para los mejores días, el Domingo de carnaval o el martes que son los mejores días de fiestas para los cienagueros en carteleras alucinantes al lado de Diomedes Diaz, los hermanos Zuleta, Rafael Orozco, el gran combo, Jhony Ventura, las chicas del Can, Pedro Ramaya, Wilfrido Vargas y muchos más.
No hay un sitio en cienaga donde no se escuche la música del Joe, como tampoco un Cienaguero que no esté marcado por esta música con temas como la noche, Yamulemao, mi Mary, la rebelión. La década de los 80 fue el boom del Joeson en cienaga, por sus calles y en sus fiestas solo sonaban estos temas, recuerdo haber bailado sus canciones en las casetas de cienaga y muchas historias que contar al alrededor de estos momentos.
Sin duda alguna Cienaga hizo su aporte a la carrera de este artista y siempre lo apoyo comparando su música, asistiendo a las casetas y disfrutado de su música que vivirá eternamente impregnada en el corazón de los cienagueros.
Columna dedicada a @mrcayeye mi gran amigo cibernético
Un abrazo antillano
By Anibal Castro.E
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