*Legítima Defensa es un derecho ciudadano (En el Siglo XVI y en el XXI también) *Loa malhechores que intentaron asaltar e hirieron al médico que los mató, tenían antecedentes penales
*Hace tiempo los Comandantes de Policía se quejan de que se captura a los delincuentes pero el Código Penal los deja en libertad de nuevo para que sigan delinquendo
Esto que ocurrió con el médico que mató a tres asaltantes en defensa propia -o Legítima Defensa, como se dice en Derecho- no es nuevo. En Barranquilla sucedió hace un año, el 6 de febrero de el 2019.
Tomado de Publimetro
La particular situación se dio en Barranquilla. En medio de un atraco que se presentó en un bus, uno de los pasajeros reaccionó. Allí, el hombre sacó una navaja de su bolso e hirió al asaltante justo cuando huía. Sin embargo, hasta ahora no se han tomado medidas. Así lo explicó el Coronel Jorge Pinzón, comandante del operativo de la Policía de Barranquilla en entrevista para Noticias Caracol.
En su inmortal obra Fuenteovejuna -u obejuna, como también se puede escribir– en el Siglo XVI planteó un problema muy similar a lo que está ocurriendo en Colombia: La justicia por mano propia.
El Comendador de la población, Fernán Gómez de Guzmán -puesto en el cargo por Fernando e Isabel, los Reyes Católicos, abusaba de su poder traicionando al pueblo y a los ideales del caballero medieval y a los propios monarcas, dado que tomó la llamada Ciudad Real para a los enemigos de los monarcas.
Este Comendador no se detenía ante nada y avasallaba a todas las doncellas del lugar, aunque fueran hijas de la más rancia aristocracia de la región. Prendado de la hija del alcalde, Gómez de Guzmán pretendió seducirla pero ella lo rechazó y en su lugar decide casarse con un joven llamado Frondoso. El Comendador intenta poner presos a los novios, pero Frondoso, le apunta con su ballesta. Gómez de Guzmán, ordena a sus soldados que los capturen.
Los habitantes de la población entonces, se lanzan contra el Comendador y le dan muerte a golpes, pedradas, patadas y garrotazos.
El rey Fernando quiere saber más del asunto y entones le revelan la espantosa conducta del gobernador y se da el famoso diálogo justiciero:
-¿Quién mató al Comendador? -Fuenteovejuna, señor -¿Y quién es Fuenteovejuna? -Todo el pueblo a una! El rey Fernando, decidió no entrar en acción contra unos ciudadanos que tomaron la justicia por su propia mano.
Ese no fue un episodio que saliera de la mente del novelista. No era una ficción. Eso fue de la vida real, acontecido en ese pueblo en 1476.
El lunes pasado conocí la siguiente historia: Dos hampones subieron a un bus de Galapa para atracar a los pasajeros. Uno de los criminales, vio a una dama sentada, que cargaba en sus brazos a un bebé dormido. El delincuente se acercó a ella, sacó una pistola que colocó en la sien del bebé -¡Bájense de los celulares, joyas y dinero. Y si alguien se pone de alzado, le vuelo la cabeza de un tiro a este pelao!- gritó Impotentes, los pasajeros obedecieron y los ladrones se bajaron del bus de una manera tranquila. -Vamos a armarnos -dijo uno de los pasajeros- y a darle por la cabeza a todos estos perros. -Sí, ya es hora de que procedamos,. Estamos en manos de los delincuentes- dijo otro
Lo peor de todo es que a lo mejor estos delincuentes estaban libres por “Vencimiento de Términos”, porque hubo “mal procedimiento al momento de la captura” o tenían casa por cárcel”. Por cualquiera de los anteriores, se nota que hay fallas protuberantes en el sistema de justicia y que el código, para hecho para favorecer a los antisociales.
Todos hemos podido comprobar de una manera u otra que las calles están llenas de delincuentes y que la Policía es incapaz de ponerles freno pues los captura y a los pocos días están en libertad por las causas ya anotadas.
-Nosotros los capturamos pero enseguida están libres por malos procedimientos a la hora de la aprehensión o por vencimiento de términos. Y muchas veces, son castigados con “casa por cárcel”,residencia de la que salen para continuar delinquiendo- dijo en una oportunidad en el 2014 el entonces comandante de Polícia en el Atlántico, José Vicente Segura
Si eso es así -como sabemos todos- ¿Qué deben hacer los colombianos para resolver su problema?
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