*William Avendaño presentía que de un momento a otro su diagnóstico podía repetirse. Nunca le tuvo miedo a la vida que es más cruel vivirla que enfrentar la muerte.
Miércoles Literario de Guillermo Nieto
William Avendaño presentía que de un momento a otro su diagnóstico podía repetirse. Nunca le tuvo miedo a la vida que es más cruel vivirla que enfrentar la muerte. Por esa razón se ocupó en ser escolta de camiones transportadores de alimentos que visitaban la población de Aldea Grande cada ocho días , todas las semanas. Su labor consistía en proteger el dinero recaudado tienda a tienda hasta que fuera consignado por los vendedores de la empresa en los bancos de la población . William Avendaño portaba su revolver amparado por salvoconducto y era reconocido por los agentes de la Policía Nacional, porque con tan corta edad escasos 28 años había salido pensionado por un diagnóstico de enfermedad terminal: cáncer pierna izquierda. Después de muchas quimioterapias de quedar sin cabello y flaco como las almas en pena que se dibujan en los libros de terror , William, regreso a su pueblo natal, con el dinero de la liquidación alquiló un local y con su nueva novia colocó un almacén de ropa clásica para caballeros. Su esposa lo abandonó al enterarse que el problema de su pierna, era cáncer,le importó marcharse con sus dos hijos. Sin embargo no dejaba de fustigarlo pidiendole dinero irrespentando el acuerdo que habían tenido meses antes ante las autoridades competentes. Además de exigirle una alta suma de dinero para firmar el divorcio. La Aldea Grande gozaba de la buena posición geográfica, se constituía en una población comercial y de preferente centro de acopio para los hacendados y comisariatos de la zona bananera. Su ubicación equi distante de la ciudad capital de Santa Marta la convertian en una población privilegiada en relación a otras poblaciones del departamento del Magdalena. Su asentamiento variado de italianos, americanos,españoles y nativos, se conjugaban en los aires musicales y la variada gastronomía basada principalmente en pescados y mariscos por su cercanía al mar caribe. Su cienagas y humedales permitian unas tardes frescas para disfrutar de actividades ludicas y de arte. Tres meses antes de ser asesinado William,prestó sus servicios a una vendedora de la empresa de embutidos Nezú. Había contratado con el vendedor anterior de nombre Almicar Prieto, la custodia del vehículo y sus valores por la suma de cincuenta mil pesos. Las ventas habían disminuido. La última semana William tomó la decisión de retirarse; cuidar a una mujer era complicado y la vendedora se tardaba en atender los clientes; así aumentaba los riesgos de seguridad. Ya era tiempo para dedicarse a su almacén y poder llegar a un acuerdo con su ex esposa. El día sábado antes de cargar los productos para la ruta el supervisor le advirtió al vendedor Almicar Prieto, --Cargue lo que vende en Aldea Grande,las ventas han disminuido vas a retomar tu ruta nuevamente. El día domingo Amilcar Prieto, recordó la amistad con William, prefirió no llamarlo era mejor sorprenderlo, le contaría personalmente que volvía a vender en todo el poblado. Las veces que Amilcar por algún motivo llegaba enguayabado, William le hacía la ruta e inclusive en varias ocasiones vendió mucho más de lo habitual, lo instalaba en su cuarto con aire acondicionado y regresaba después de hacer el recorrido de cuarenta y dos tiendas ; con la venta total y el recibo de consignación. En tres años de ser su escolta era siempre esperado el cumpleaños de William en su barrio el polvorin, el homenajeado ahorraba dinero para rumbear con sus vecinos cerrando la calle desde tempranas horas. En medio de la parranda le disminuía el volumen al equipo de sonido para decir entusiasmado" Le gané la pelea a la enfermedad ahora el segundo round es con la ex." Amilcar Prieto recordó cuando nació su última hija ,William lo acompañó en el salón de esperas de urgencias al nacimiento de su bebé. Willian siempre sonriente decía " la vida se escribe todos los dias, si lo haces con actos de bondad los frutos recibidos seran de alegría y salud". Bienvenida la muerte2 La sorpresa del día lunes para William fue volver a trabajar con Amilcar Prieto, se le olvidó la decisión de pensar en renunciar los días anteriores. La alegría de willian era evidente le gustaba ayudar a despachar y sentía que lo facturado era mucho más que lo vendido por la muchacha que tenia la ruta. El tiempo se hacía corto y con buenas ventas. En la tienda visitada número doce , la muerte se presentó sumergida en los corazones de dos jovenes . Llegaron preguntando si vendían wiskey, William desconfío de ellos , los miró de pie a cabeza y se percató que uno de ellos estaba armado. Abordó al armado le dijo: -- Wiskey venden a tres cuadras de aquí -- El armado contestó --¿Que te pasa polocho, qué? Estas nervioso? --¿ Nervioso de que? O porqué? Yo soy un varón sin arma o con arma, no le temo a nada-- refutó William. --Te las tiras de bravo porque son tres-- dijo el joven armado mirando a Amilcar y al conductor del camión -- Fresco sigue tu camino, y sabes bien que entre bomberos no se pisan las mangueras-- agregó William . En el camino a la tienda número 13 de la ruta, Amilcar Prieto le recomendó a William -- Ese tipo nos quería atracar, sacate el revolver de la pretina y tenlo en la mano. --No te preocupes,no regresan -- dijo William Camino a la próxima tienda, les tocó desviarse;las calles eran reparadas instalando las tuberias del alcantarillado. Llegaron a la tienda donde sucedería la tragedia. El tendero recibió al vendedor Amilcar, feliz por su regreso , William le anunció en un tono fiestero y alegre -- Aquí te lo traje, espero y hagas una buena compra -- Amilcar aún preocupado le dijo a William --No te distraigas esos tipos sospechosos pueden regresar. William decidió salir a darle la vuelta al camión mientras el conductor dentro del furgon refrigerado organizaba canastas vacías. Amilcar sintió dos tiros y oyó gritar a William su nombre. Con un lamento largo y lento. --Aaaamilcaaaar- El tendero bajó las esteras de aluminio cerrando las puertas casi de inmediato. La oscuridad dentro de la tienda desesperó al vendedor Amilcar. -Déjeme salir van a matar a William- Julián el conductor pasó corriendo en dirección al norte de la calle y los asesinos al sur con el arma de William en la mano,el armado ;se la entregaba al delincuente desarmado, abordaron una buseta y se perdieron en la distancia. Amilcar recogió a William convulsionando se lo hechó al hombro lo subió a la cabina del camión le gritaba, --- William no te vayas, te lo dije, tenías que tener el revolver en la mano nojoda! En diez minutos llegaron al hospital. En veinte minutos el médico salió de urgencias --el herido llegó muerto--dijo Tres días después del sepelio Martín Avendaño hermano de William, recibió los últimos exámenes médicos que,se había realizado en Bogotá su hermano. -- Dios sabe lo que hace--,dijo después de leer el diagnóstico. "Cáncer metástasis en todo el organismo. " Guillermo Nieto Molina Febrero 5 8:05 PM Derechos Reservados.
Kommentit