*Tema musical La Asiática, del maestro Julio Ojito, interpretado por la Orquesta de Marcial Marchena
Gabriel García Márquez, quien se encontraba en Londres ese aciago mes de mayo de 1957, describió en una nota periodística titulada, El Mundo Tiene Fiebre de 39°-recogida después en el libro El Asalto del Siglo- la aparición de la mortal Gripa Asiática en el mundo
-El pequeño y pelirrojo, John Hale -profesor de la Malaysie University de Singapur- a pesar del aplastante calor de 40° el 4 de mayo, se asomó a su microscopio para examinar una muestra de microbios que le había llegado esa mañana de Hong Kong. Cinco minutos después, sobresaltado, el profesor llamó por teléfono a la Compañía Aérea BOAC y le dijeron que quince minutos más tarde, salía el avión para Londres, El profesor Hale envió en ese avión, de urgencia, un cilindro de cristal celosamente protegido al dr. Christopher Andrews, director del Centro Mundial de la Gripa en Londres. El cilindro contenía las muestras de un microbio rarísimo que el asustado investigador de Singapur acababa de identificar y que a pesar de sus precauciones, había de provocar la Enfermedad del Año: La Gripa Asiática. Cuando el avión de la BOAC aterrizó en Londres, varios marineros de un barco que 48 horas antes había salido de Singapur, empezaron a estornudar. Una hora después, tenían dolor en los huesos. Cinco horas después, fiebre de 40°. Uno de ellos murió. Los otros fueron hospitalizados en Formosa, contaminaron a los médicos, las enfermeras y a los otros pacientes. Cuando el Instituto Mundial de Londres dio la voz de alarma, ya la gripa estaba llegando a Europa. Cuatro meses después, la noche que se estrenó la última película de Chaplin, Un Rey en Nueva York, ya había acabado de darle la vuelta al mundo- escribió el Nobel
Al margen de esto que señalaba García Márquez desde Inglaterra, la Gripa Asiática, pandemia que surgió en Yunan, China y azotó al mundo en 1957,no tuvo en Colombia la trascendencia que hoy se le ha dado al coronavirus, aunque causó más de un millón de muertos en el mundo. Para ese entonces, si bien se hablaba de ella, se le miraba como algo lejano, que jamás nos afectaría. El centro de Barranquilla, era la base de la actividad comercial. Supermercados -les llamaban graneros- almacenes de ropa, de electrodomésticos, farmacias, peluquerías, etc... Todo estaba situado en ese sector y los habitantes de la ciudad todos los días se daban cita en el lugar. Jamás se vio afectada la zona: Nadie le temía a la Gripa Asiática -no había desde luego la difusión que hoy tiene el coronavirus- y por eso no sufrieron problema alguno los, por entonces de moda, restaurantes chinos, que también estaban ubicados en esa zona. Los asiáticos dueños de los restaurantes El Soberano Calle Real, Callejón de Ricaurte esquina -en la nomenclatura de hoy, calle 33 carrera 39- el Regfs, una cuadra más abajo -Calle del Comercio (32) con Ricaurte (39)- o el Sun Sun cuya especialidad era el Poliito Amarrado -Calle Caldas (38) con Ricaurte (39) se reían un poco del asunto. -Esa Glipa es Eulopea, no Asiática- decía el señor Wee, dueño de El Soberano. En el mundo la historia era otra, y así la describe el portal ABC https://www.abc.es/historia/ -Avanzada la década de 1957, en plena Guerra Fría y con los cañones de la Guerra de Corea todavía humeantes, emergió en el panorama mundial un nuevo virus de la influenza A (H2N2) procedente de Asia. La epidemia se reportó por primera vez en la provincia de Yunán, en el sureste de China, producto de la mutación de un virus común en patos silvestres que se cruzó con una cepa que afecta a los humanos, en febrero de 1957. Esta pandemia gripal aniquiló a más de un millón de personas en 1957, si bien en Colombia eran otras las noticias en que se ocupaban los medios de comunicación. Fernando Navas T. columnista de El Nuevo Siglo indica que el agitado panorama político que vivía el país, caída de Rojas Pinilla y tensión por saber quien o quienes serían los candidatos, a la presidencia, ocultaba las demás noticias Así describía la situación el columnista Navas T,: Sin recordar las doctrinas medicinales que promulgaban los noticieros de televisión, entre ellos “El Mundo al vuelo”, Avianca, otros medios hacían comentarios optimistas, por ejemplo “Radio Santa Fe”, sugiriendo el consumo de agua de panela con limón, jengibre y Mejoral, si había un síntoma de la afectación; los curas, en Semana Santa, predicaban que si se rezaba con buena fe, el Señor cuidaría a sus fieles y así, muchas otras campantes campañas tranquilizaban a las gentes.
Ese recuerdo, al cual sumó la tranquilidad que produjo la cesión del desorden público por la protesta para derrocar al dictador militar de ese momento, el General Rojas, quien renunció el 10 de mayo, invita a analizar lo que se está viviendo en este instante.
En Barranquilla, entretanto,el ambiente seguía siendo festivo: en ese año de 1957, el Maestro Julio Ojito Mendoza, hizo lo que siempre se hace en la ciudad cuando se produce un suceso no habitual, algo de carácter extraordinario: Compuso el tema musical que ilustra hoy esta nota
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