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  • Foto del escritorPepe Sanchez

Guillermo Nieto nos entrega una brillante muestra de Bonsai Literario, además del cuento La Puerta

*La Muerte Acecha, un magistral minicuento y Lo que pasa por Una Puerta


La Muerte Acecha

La ciudad había quedado sola, él llegó a la esquina, era  medio día. Fuerte estaba el sol. Sintió pasos detrás de él..... su tos no lo dejaba vivir, se detuvo a ver quién lo seguía, era su sombra,no quería morir sin él.



LA PUERTA


Aquí estás resguardando la casa desde hace años. Aún conservas la prestancia y altivez con la que te armó el carpintero en los años 40, después de la segunda guerra mundial. Por el umbral de tu marco han pasado varias generaciones,tu piel ya no luce maquillada por la pintura, el tiempo ha dejado ver tu dorso natural,reseco por los años . El labrador de hace años , el que se inspiró para creearte,quizás no existe,pero estas imponente abriendo de par en par tus brazos y truenan tus huesos y las articulaciones oxidadas de las visagras reclamando mejor atención. Tus pies como todo anciano se notan desgastados en algunas partes fracturado y un cirujano carpintero, --de aquellos que se creen sin serlo-- entablilló una parte de tu base. Por ti han transitado embarazos, niños de brazos, hombres y mujeres que se hicieron abuelos, y en poco tiempo fallecieron. Has presenciado besos de despedidas, besos apasionados de enamorados en madrugadas de noches oscuras y estrelladas Tú estás allí condenada ipertérrita, firme,ves salir el sol sentir su calor que quema tus entrañas y luego por la tarde dejas que la brisa vespertina acaricie, y te estremezca cuando viene con fuerza,como regañando y diciendo estás aún soportando la vida. Cuidas recuerdos en cada pisada cursada por tu rectangular existencia. Se nota tu felicidad cuando hay fiestas. La tristeza, cuando hay sepelios de un miembro de la casa, sabes que nunca lo volverás a recibir en tu silencio, y no sentirás el golpe de su mano, ya no podrás descifrar si viene alegre, preocupado, dolido o feliz. No tienes edad, no la necesitas eres inmortal en cada niño que aprendiendo a caminar se sostuvo de caer al agarrase fuerte de ti. Has soportado con estoicismo la suerte de ser una puerta y no un escaparate o un sillón. Sabes que tu misión no ha sido en vano, muchas veces la mala hora,el borracho empedernido y extraviado, se han encontrado de frente con tu presencia y desviado sus deseos a otro lugar. Has ignorado los testigos de Jehová así toquen en diferentes frecuencias, sean tiernas o agresivas. Cuando hay fiestas, desfiles procesiones, pareces disfrutarlo. Tu amigo el sardinel te observa desde su lugar y sabe que mientras el se desgasta, año a año,otros parientes han sido desplazados por baldosas y tablones, tu presencia en el tiempo que los recuerdos lo permitan, tendrás vida para cumplir con tu misión. Ojalá no llegue un humano recién graduado de arquitecto arrancándole a tu historia, los recuerdos para utilizarte quizá como fuego atizador en un sancocho de una nueva casa con puertas de metal. Quédate ahí mientras puedas no hay un mueble tan noble como una puerta sexagenaria. Guillermo Luis Nieto Molina 31 de Marzo 2020 Cuarentena a lo inexplicable.

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