Los Miércoles Literarios de Guillermo Luis Nieto Molina
Efraín López, y Miguel Ángel Gutiérrez. Dos compadres que unidos por la amistad se marcharon de este mundo arrastrados por la codicia y la deslealtad.
El dinero daña el alma, destruye razones, el Oro, envilece, traiciona los mejores sentimientos.GNM
Efraín López, y Miguel Ángel recorrían las montañas de la Junta César, buscando huacas y entierros de culturas indígenas.
Era común verlos viajar a la capital del César, Valledupar, con múcuras y jarrones precolombinos y vendérselos a unos coleccionistas naturales del interior del país. Transcurría la semana Santa de 1959
Y los compadres decidieron pasar la noche del jueves Santo, buscando encantos.
Esa misma noche en las afueras de la Junta, José Raúl castro, le colocaba yerba con trocitos de panela a su único capital. Dos burros Mohinos, que alquilaba en el pueblo para cargar agua, vender bollos y en tiempo de cosecha para cargar el maíz desde la Serranía.
José Raúl Castro, Era un hombre flaco, Enjuto de solo 28 años, sin embargo representaba una edad mayor por su mala alimentación y su precaria situación económica.
Ese día comieron sus burros. José Raúl, no, ya que su máxima era, " Los burros trabajan para mí y deben comer así yo no coma nada”.
En medio de la oscura montaña Miguel Ángel y Efraín, divisaron una luz que se movía con rapidez por el valle de la montaña del cerro azul. La siguieron hasta que se detuvo y la luz se convirtió en una viejita de cara fea y mirada felina.
Miguel Ángel y Efraín se persignaron y apretaron con fuerza el escapulario que llevaban colgados al pecho y qué había sido bendecido por monseñor Jorge Luis Paniagua el día que llegó a la Junta en medio de un aguacero a confirmar los muchachos que habían sido bautizados. La luz brillo con intensidad y Miguel Ángel y Efraín no pudieron sostener la mirada de donde emergía la luz. Que cambiaba por segundos al rostro feo de la viejita.
Allí amanecieron, marcaron el sitio y dispuestos a rescatar lo que había oculto debajo de la luz; regresaron a la junta dejando bien marcado el sitio. Con señales y claves que ellos colocaron disimuladamente en el valle del cerro azul .El lugar era distante y arribaron a la Junta al anochecer del viernes Santo.
Efraín López vivía solo con su mujer y aprovechando que no estaba preparó un trago especial, un chirinche con corozo y de color rojo cardenal, lo probó y dijo me quedó bueno fue al baúl y sacó una botella de veneno y le agregó medio litro al licor preparado.
Dijo mentalmente con una voz que el mismo no reconoció " lo que encuentre en esa huaca será pa ni nada más"
Miguel Ángel Gutiérrez, mandó a su mujer a comprar unas arepas y aprovechando que quedó solo sacó de la despensa un vino transparente y delicioso de olor y sabor a manzana, le agregó un puñado de un polvo de veneno que utilizaba para regar el maíz cuando hacía sus cultivos .
Y dijo sonriendo tímidamente "Lo que saqué mañana de esa huaca será sólo pa mi".
Efraín López, y Miguel Ángel Gutiérrez, madrugaron,--ninguno comentó nada a sus mujeres.-- Con palas y picos, y sus botellas de Ron preparadas, para alquilar los burros de José Raúl Castro, eran las tres de la madrugada cuando negociaron el alquiler por todo el día en diez pesos, los pagaron por adelantado, cuando José Raúl Castro recibió los diez pesos pensó "gracias a esos burros hoy voy a, desayunar y dejo pal almuerzo " .
Llegaron al medio día, la falda de la montaña dejaba reposar sobre el valle del cerro azul una sombra agradable.
Comenzaron a picar y a sacar la, arena con las palas, a cincuenta centímetros de profundidad el destello del oro irrumpió en la sombra como quien prende una linterna en noche oscura.
Eran morrocotas y tablones de oro con múcuras y jarrones macizos en oro.
Llenaron cuatro sacos bien apretados y cargaron los burros ,los compadres no pronunciaron palabra la felicidad de encontrar ese tesoro los dejo mudo varias horas. Bajando después de tres horas de camino cuando
Se divisaba su pueblo la Junta, Efraín López le tocó el hombro a Miguel Ángel Gutiérrez y le dijo
---Compadre Migue, esto hay que festejar aquí tengo un trago especial que preparé para brindar por este hallazgo. - -
Miguel Ángel, contestó
--Compadre Efra, yo preparé un trago delicioso pa. Festejar que ya salimos de pobres en esos costales están los millones, ¡tome usted de mi trago y yo del suyo!---
La caminata los traía con sed Efraín se tomó de un solo trago la botella sabor a manzana, y Miguel Ángel, también tomó la sabor a corozo.
Dijeron al unísono
-- Que sabroso compa sabe al ron de los ricos --
Caminaron tres metros y echando espuma por la boca murieron al instante.
Los burros llegaron a su rancho ,ya José Raúl Castro tenia el portón abierto, al ver Los burros cargados y sudados por el fuerte camino procedió a descargarlos.
José Raúl Castro no fue a la procesión del domingo más nunca se le vio en la Junta .
La fortuna llegó en burro a su rancho.
Guillermo Nieto Molina
Septiembre 25 7:13P.M.
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