¿Alguien de ustedes puede decirme qué relación directa tuvo el presidente Enrique Olaya Herrera con Barranquilla? Bueno, durante su gobierno finalizaron las obras de Bocas de Ceniza, pero en algún momento había que terminar la obra. Mis abuelos recordaban a Olaya Herrera porque en su mandato, se presentó la famosa Guerra con el Perú -que fue casi una pelea de cantina- y que el presidente pidió que las parejas de casados, entregaran sus anillos de matrimonio al gobierno que el oro se vendiera con el fin de adquirir armas. Otro presidente liberal, Manuel Murillo Toro, alguna vez de visita en el Eje Cafetero, recibió las quejas de un hacendado: -Señor Presidente ¿Qué hago -preguntó el querellante- con mi vecino, que me hace la vida imposible? Mete sus vacas en mi terreno para que pasten ahí, me daña los sembrados que tengo de café, me lanza piedras al techo, ensucia el agua del arroyo que es la que nosotros bebemos y en fin...No se puede así. -Ud. tiene una disyuntiva -contestó el mandatario- o le pega un tiro o lo pone de compadre. Cuento este par de anécdotas porque estuve buscando entre sus hojas de vida algo significativo que hubieran hecho por Barranquilla, porque dos de las más importantes vías de esta ciudad, llevan sus nombres. La carrera 46 -antes Callejón del Rosario- y la calle 45 -antes calle del Dividivi- les rinde homenaje: Olaya Herrera y Murillo, pero...Nada. No encontré un motivo especial para tal distinción. Sé que a los amigos concejales no debe interesarles mucho el tema porque no produce votos, pero sería bueno que nosotros, los particulares, que no tenemos nada que ver con acuerdos distritales, legislaciones ni nada parecido, cambiáramos de una vez por nuestra cuenta esas designaciones. ¿No hay en Barranquilla un personaje a quien honrar poniéndole su nombre a una de estas calles? No sé, pero ahí están Estercita Forero, Shakira, Nelson Pinedo, en fin, hay para escoger. Tengo por costumbre jugar billar -virtual desde luego porque ya no estoy para esos trotes en vivo- en un programa llamado Fly Or Die, que permite chatear con los oponentes. Una vez, jugando con un español oriundo de Asturias,me dijo que allá se conocía muy bien a Barranquilla por un tema musical. -Me imagino que debe ser algo de Shakira, por supuesto- le dije recordando que ella tiene una muy entrañable relación con Barcelona y que su música se escucha bastante en todo el país. -No -me respondió mi adversario- es un tema muy antiguo. Yo soy músico y donde quiera que voy a tocar con mi grupo lo piden. Habla de que Se Va El Caimán... Le conté que el autor, el maestro José María Peñaranda era barranquillero y que de la misma forma, había compuesto una melodía que inmortalizó Nelson Pinedo con la Sonora Matancera, Me Voy Pa La Habana. (Yo no soy de por aquí, yo soy muy barranquillero...etc) -Me imagino que ese señor debe tener por lo menos una calle con su nombre allá en Barranquilla- me dijo mi contrincante. Preferí guardar silencio. El Maestro Peñaranda nació en la Calle 60 que se llama...¡Por Dios! Se llama Calle Bogotá... No sé quien dijo alguna vez que Barranquilla era una mala madre, pero excelente madrastra. No quiero llegar hasta allá pero...¿Por qué nombres de calles que nada tienen que ver con la urbe? Los cartageneros nos llevan ventaja en eso. El estadio de fútbol que desde su creación se llamó Pedro de Heredia, hoy ha sido rebautizado como Jaime Morón, su máxima estrella en este deporte. Y no mencionemos lo del exterior porque duele aún más: El famoso poeta nicaragüense Rubén Darío, nació en un pequeña ciudad llamada Metapa, pero que hoy es conocida en el mundo dado que le rindió tributo a su figura universal: hoy es Ciudad Darío. Otro día hablaremos de esa famosa farsa llamada "Grito de Independencia" pero que en Barranquilla hemos hecho grande, nominando 20 de Julio a otra importante avenida local.
Sobre este tema, mi colega y gran amigo, Jorge Charris Pacheco, hizo una propuesta que más tarde compartiré con ustedes, a fin de que nos compartan sus opiniones
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