AGUIJÓN DE LA MUERTE 1
Enfrentar su procesión camino a la muerte estando vivos, lo vivieron los tres hermanos Zenón, pasados tres meses de la muerte de su madre que como ellos, también murió del mismo mal.
El país del Infortunio, apenas se recuperaba económicamente vendió el istmo que entregó por una suma de $US 25 millones a un país del norte. Era el año 1903 se exportaba en ese entonces café y maíz. La débil economía existente se vio trastornada por una publicación de un periódico en Nueva York que anunció al mundo que el país del Infortunio ocupaba el primer lugar en enfermos de lepra.
El presidente de la época determinó suspender proyectos ferroviarios y se dedicó por completo a censar por regiones la magnitud del mal enquistado en los moradores del país. El resultado del censo no fue tan exagerado como lo publicó el periódico estaudinense pero si alarmante lo que motivó al presidente decretar calamidad pública y perentoria. Y exigir una rectificación publica del mensionado periódico. Al paso que se multiplicaba la lepra para el año 2000 toda la población estaría infectada. Ordenó Recoger a los censados y recibirlos en leprocinios a cuidados de especialistas médicos y enfermeras de un alto nivel de altruismo.
La lepra se propagó después de la guerra de los mil días, y encontró anidar su cruel veneno en las pieles de los nativos . La bacteria, se instala en la piel y tarda veinticuatro horas en penetrar la capa protectora de los músculos. Una vez lograda su meta,se nota en la piel unas pequeñas manchas de diminutos hongos, conocidos en la región como "paños" afecta el sistema nervioso de la piel, y sus órganos hasta florectar en una llaga de mal olor ulcerosa.
Otro de los síntomas es secreción mucosa y ojos enrojecidos.
En tierra adentro, población donde residían los tres hermanos Zenón la orden llegó a la alcaldía con varios años de retraso .
Los hermanos Zenón soportaron el síntoma cruel y despiadado del desprecio de sus coterráneos.
Los tres nacidos con un año de diferencia simpáticos, de sonrisa perfecta, ojos verdes, al ser iluminados por el sol o las sombras, cambiaban de color; debajo de cejas pobladas del mismo color castaño de sus cabellos.
Cuando se supo de su aguijón pulsátil de la lepra ellos se asilaron en su vivienda con su madre. Su bella madre que poco a poco se transformó en una masa hedionda que suspiraba al ver sus hijos tambien enfermos.
Para sobrevivir recibian ofrendas, que le lanzaban moradores de buen corazón y parientes cercanos por la cerca de madera y alambres púas donada por la alcaldía con letrero que dibujaba una calavera que decía" peligro leprosos."
El día que el Alcalde recibió el marconi del Ministerio de salud, lo copió en una hoja membreteada de la alcaldía y se los lanzó por la cerca de madera y alambres de púas en una bolsa que contenía panelas y café.
El más postrado de los tres era el mayor, por eso ordenó al último a recoger la ofrenda que había caído justo a las puertas del cuarto ubicado en el patio donde permanecían recluidos .
El traslado o secuestro de estado como decía la misiva, advertía " serán trasladados hasta la capital del país; municipio Agua de Dios antes permanecerán dos días en caño loro donde se les hará un baño de aguas minerales.
Serán embarcados en una goleta del Ejército Nacional por el rio yuma
hasta el municipio de Honda,abordarán un camión militar y serán recluidos para su sanación en el leprocidio de Agua de Dios."
El mayor de los Zenón sostenía en sus últimos dos dedos de la mano derecha la misiva . La dejo caer. La mano se veía supurar una Sangüasa sobre las telas atadas a,su dedos que habia perdido, producto de la bacteria, mycrobacterium leprae.
Sus hermanos que no habían podido asistir a la escuela , y no sabian leer, con un gesto frunciendo la nariz hacia arriba, le dieron a entender que querían saber que decía la carta.
-- nos obligan a morir en otros mundos,no saben lo qué sufre el alma cuando muere lejos de su entorno. -- dijo el mayor de los Zenón.
Esa noche, al tacto, sin lámpara de kerosene buscó entre el baúl su muda de ropa que se estrenó en su grado de bachiller condecorado como sobresaliente. Apartó para sus hermanos mudas de ropas hechas de remiendos confeccionadas por su madre antes de morir, les dijo
-- esta noche caminaremos el poblado, si nos linchan lo mejor que nos puede pasar, es que nos maten, asi nos ahorran tener que morir tan lejos--
Arropados por unas sabanas de cuadritos hechas a retazos de telas caminaron todas las calles y callejones, los perros callejeros,no les ladraban sólo los olfateaban y movian sus colas como diciendoles adiós. Los tres llegaron a la plaza frente a la Iglesia y se orinaron unas matas de trinitarias florecidas hace días, que desprendian sus flores lentamente al paso de pinceladas del viento.
Las cuatro de la mañana,de regreso a su casa vieron donde venia la cuadrilla del Ejército Nacional a buscarlos.
El tropel de los caballos se sintió tan cerca por el silencio de la madrugada que pensaron que los delatarian.
El mayor de los Zenón colocó la panela partida en cuadritos y el café que llegó con la encomienda del alcalde en medio litro de agua en el fogón que atizó soplando con una vieja tapa de una caja de galletas de soda que venían en latas.
Nunca antes el café de esa madrugada les pareció tan amargo.
El sargento de la cuadrilla del ejercito se identifico gritando a tres metros del cuarto donde aislados permanecias los tres hermanos
-- sargento primero,Modesto Montaño, en misión del gobierno de nuestro pais El Infortunio, los secuestro visado por el Alcalde para llevarlos a su futura morada en Agua de Dios- - agregó -- no pueden llevarse nada ! Aquí está su transporte hasta donde les alcance. --les señaló.
Tres burros viejos,llenos de llagas como ellos con sus ojos enlagrimados por la fuerza que realizaban para ver, con sillones desgastados donados por alguien en el pueblo igual a los sillones que ellos encontraban en la basura del arroyo cuando gozaban de buena salud.
Al mayor lo ayudaron sus dos hermanos a subir al burro extremadamente manso y dócil.
Las campanas sonaron a muerto, fue un golpe sentido, triste que hacia eco en cada rincón del pueblo. Al momento de salir el capitán encendió fuego a discreción con una antorcha sobre los enseres viejos de la enferma casa, donde murió la alegría atropellada por el miserable destino de la lepra. La calavera de peligro guindada sobre la cerca parecía sonreir cuando la candela murmuraba devorando los enseres.
La salida del pueblo se prolongó ; los moradores en una fila larga despedían a los tres hermanos Zenón teniendo a su favor el viento, acercándole mochilas tejida a mano,llenas de frutas, de yuca cocida, de presas de gallina criollas guisadas envueltas en bolsas de plásticos. Por las patas de los burros corría una sanguaza lentamente sin poder distinguir si eran del animal o de los pasajeros que llevaba sobre sus lomos. El mayor y el segundo de los hermanos Zenón divisaron entre la multitud a las que habían sido sus novias ;de ambos escapó un suspiro y una lagrima que se mezcló en el aire con los suspiros y lagrimas de las hermosas mujeres, que donaron su amor a dos jóvenes que la maldita lepra los archivó al olvido y destierro.
El viaje fue extenuante, al recorrido por otras poblaciones se le sumaban mas enfermos.
En la goleta del Ejército el trato fue de animales;en los camiones los embarcaron como viajan las vacas al matadero divididos por compuertas de madera escritas a carbón con el nombre de la población de donde venían.
Al llegar al hospital la fila se notaba extensa,fueron revisados por médicos especialista vestidos con ropas blancas inmaculadas con guantes de gomas y una mascara que sólo le permitan ver sus ojos.
El mayor de los Zenón dio positivo, el segundo también el tercero no.
Le dijeron" retírese de la fila sera devuelto a su pueblo"
El joven no aceptó dijo:
--contagieme si regreso siempre seré un leproso en mi pueblo y no tengo familia la familia que dejé en el pueblo, murió como murieron mis hermanos ,el día que nos contagiaron de lepra. Yo moriré con ellos.en mi pueblo ya soy un leproso muerto.
Los hermanos Zenón murieron a los tres años de estar internados, la novia del hermano mayor ya siendo una anciana estuvo en el hospital Agua de Dios, al preguntar la fecha del deceso del que fue su gran amor;se sorprendió al encontrar en el museo del hospital un libro de versos escritos a mano para ella,dentro de una vitrina de cristal .Cuando Rosalba Contreras, se acercó al libro una juguetona brisa movió sus hojas y alcanzó a leer un poema que decía :
Putrefacta mi piel,
Sana,mi alma,
Podrido en mi hiel
Siempre te amaré Rosalba...
Sé que algún día vendrás
A indagar la fecha de mi partida
Mi espíritu no tendrá heridas
Como una brisa intranquila
Mi amor te abrazará
Me voy lejos con estas heridas
Que a suerte me tocó tener,
Pero a ti bella mujer
Te amaré como se aman
Las noches de amor en mi vida ....
Edilberto Zenón Moscote.
Guillermo Nieto Molina. Marzo 8 3:15 pm Derechos Reservados.
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