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Foto del escritorPepe Sanchez

Miércoles Literario con Guillermo Nieto: El aguijón de la muerte



"Cuando la piel se cae...!


AGUIJÓN  DE LA MUERTE 1

Enfrentar su procesión  camino a  la muerte  estando vivos, lo vivieron los tres hermanos Zenón,  pasados  tres meses  de la muerte  de su madre que como ellos,  también  murió  del mismo mal. El  país  del Infortunio, apenas se  recuperaba  económicamente   vendió  el istmo que entregó  por una suma de $US 25 millones    a un país del norte. Era el año 1903 se exportaba en ese entonces café  y maíz.  La débil  economía  existente se vio  trastornada  por una  publicación  de un periódico  en Nueva York  que anunció  al mundo  que el país  del Infortunio  ocupaba el primer  lugar en enfermos de lepra. El presidente  de la época  determinó  suspender proyectos  ferroviarios  y se dedicó  por completo a censar  por regiones la magnitud  del mal enquistado en los moradores del país. El resultado  del censo  no fue tan exagerado como lo publicó  el periódico  estaudinense pero si alarmante   lo que motivó  al  presidente  decretar calamidad  pública  y perentoria. Y exigir una rectificación  publica del mensionado periódico. Al paso que se multiplicaba la lepra  para el año 2000 toda la población  estaría  infectada. Ordenó  Recoger a los censados y recibirlos en leprocinios a cuidados de especialistas médicos  y enfermeras  de un alto nivel  de altruismo. La lepra se propagó  después  de la guerra de los mil días,  y encontró  anidar  su cruel veneno en las pieles  de los nativos . La bacteria, se instala en la piel y tarda veinticuatro  horas en penetrar la capa protectora de los músculos. Una vez lograda su meta,se nota en la piel unas pequeñas  manchas  de diminutos hongos,  conocidos en la región  como "paños" afecta  el sistema nervioso de la piel, y sus órganos  hasta florectar en una llaga de mal olor ulcerosa. Otro de los síntomas es secreción  mucosa  y ojos enrojecidos. En tierra adentro, población  donde residían  los tres hermanos  Zenón  la orden llegó  a la alcaldía  con varios  años de retraso . Los hermanos Zenón  soportaron el  síntoma  cruel y despiadado del desprecio de sus coterráneos. Los tres nacidos  con un año de diferencia  simpáticos, de sonrisa perfecta,  ojos verdes, al ser iluminados  por el sol o las sombras, cambiaban de color; debajo de cejas pobladas  del mismo color castaño de sus cabellos. Cuando se supo de su aguijón  pulsátil de la lepra ellos se asilaron en su vivienda con su madre.  Su bella madre que poco  a poco se transformó  en una masa hedionda que suspiraba al ver sus hijos tambien enfermos. Para  sobrevivir recibian ofrendas, que le lanzaban moradores  de buen  corazón y parientes cercanos  por la cerca  de madera y alambres púas  donada por la alcaldía  con letrero que dibujaba una calavera  que decía" peligro  leprosos." El día  que el Alcalde  recibió  el marconi del Ministerio  de salud,  lo copió  en una hoja  membreteada de la  alcaldía  y se los lanzó  por la cerca de madera y alambres de púas  en una bolsa que contenía  panelas y café. El más postrado de los tres era el mayor,  por eso ordenó  al último  a recoger la ofrenda que había  caído  justo a las puertas del  cuarto ubicado en el patio donde permanecían  recluidos . El traslado o secuestro  de estado como decía  la misiva,  advertía  " serán trasladados  hasta la capital del país; municipio Agua de Dios  antes permanecerán  dos días  en caño loro  donde se les hará  un baño  de aguas minerales. Serán  embarcados en una goleta del Ejército  Nacional  por el rio yuma hasta el municipio  de Honda,abordarán un camión militar y  serán  recluidos para su sanación  en el leprocidio de Agua de Dios."

El mayor de los Zenón  sostenía  en sus últimos  dos dedos de la mano derecha la misiva . La dejo caer. La mano se veía supurar una Sangüasa sobre  las telas atadas a,su dedos que habia perdido, producto de la bacteria, mycrobacterium leprae. Sus hermanos que no habían  podido asistir a la escuela , y no sabian leer, con un gesto frunciendo la nariz  hacia arriba, le dieron a entender que  querían saber  que decía  la carta. -- nos obligan a morir en otros mundos,no saben lo qué  sufre el alma cuando muere  lejos de su entorno. -- dijo el  mayor de los Zenón. Esa noche,  al tacto, sin lámpara  de kerosene buscó  entre el baúl  su muda de ropa que se estrenó  en su grado de bachiller condecorado como sobresaliente. Apartó  para sus hermanos mudas  de ropas hechas  de remiendos confeccionadas por su madre antes de morir,  les dijo -- esta noche  caminaremos el poblado, si nos linchan lo mejor que nos puede pasar,  es que nos maten, asi nos ahorran tener  que morir tan lejos-- Arropados por unas sabanas de cuadritos hechas a retazos  de telas caminaron todas las calles y callejones, los perros callejeros,no les ladraban sólo  los olfateaban y movian sus colas como diciendoles adiós. Los tres llegaron a la plaza frente a la Iglesia  y se orinaron unas matas de trinitarias florecidas hace días,  que desprendian sus flores lentamente  al paso de pinceladas del viento. Las cuatro de la mañana,de regreso a su casa vieron donde venia la cuadrilla del Ejército Nacional a buscarlos. El tropel de los caballos se sintió tan cerca por el silencio de la madrugada que pensaron  que los delatarian. El mayor de los Zenón  colocó  la panela partida  en cuadritos y el café  que llegó  con la encomienda del alcalde en medio litro de agua  en el fogón  que atizó soplando con una vieja tapa de una caja de galletas  de soda que venían  en latas. Nunca antes el café  de esa madrugada les pareció  tan amargo. El sargento de la cuadrilla del ejercito se identifico gritando a tres metros del cuarto donde aislados permanecias los tres hermanos -- sargento primero,Modesto  Montaño,  en misión  del gobierno de nuestro pais El  Infortunio, los secuestro visado  por el Alcalde  para llevarlos a su futura morada en Agua  de Dios- - agregó  -- no pueden  llevarse nada !  Aquí  está su transporte hasta donde les alcance. --les señaló. Tres burros viejos,llenos de llagas como ellos  con sus ojos enlagrimados por la fuerza que realizaban para ver, con sillones desgastados donados  por alguien en el pueblo igual a los sillones que ellos encontraban  en la basura del arroyo cuando gozaban de buena salud. Al mayor  lo ayudaron  sus dos hermanos a subir al burro extremadamente manso  y dócil. Las campanas sonaron  a muerto, fue un golpe sentido, triste que hacia eco en cada rincón del pueblo.  Al momento de salir el capitán  encendió fuego a discreción con una antorcha sobre los enseres viejos de la enferma casa, donde murió  la alegría  atropellada por el miserable destino  de la lepra. La calavera  de peligro guindada sobre la cerca parecía sonreir cuando la candela murmuraba devorando  los enseres.

La salida del pueblo se prolongó ; los moradores en una fila larga despedían a los tres hermanos  Zenón teniendo a su favor el viento, acercándole mochilas tejida a mano,llenas de frutas, de yuca cocida, de presas de gallina criollas guisadas envueltas  en bolsas  de plásticos. Por  las patas de los burros corría  una sanguaza lentamente sin poder  distinguir si eran del animal o de los pasajeros que llevaba sobre sus lomos. El mayor y el segundo de los hermanos Zenón  divisaron entre la multitud  a las que habían  sido sus novias ;de ambos escapó  un suspiro y una lagrima que se mezcló  en el aire con los suspiros y lagrimas de las hermosas mujeres, que donaron  su amor  a dos jóvenes  que la maldita lepra los archivó   al olvido y destierro. El viaje fue extenuante, al recorrido por otras poblaciones  se le sumaban mas enfermos. En la goleta del Ejército  el trato fue de animales;en los camiones los embarcaron como viajan las vacas al matadero  divididos por compuertas  de madera escritas a carbón  con el nombre de la población de donde venían.

Al llegar al hospital  la fila se notaba extensa,fueron revisados por médicos especialista  vestidos con  ropas blancas inmaculadas con guantes  de gomas y una mascara que sólo  le permitan  ver sus ojos. El mayor  de los Zenón  dio positivo,  el segundo también  el tercero no. Le dijeron" retírese  de la fila sera devuelto a su pueblo" El joven no aceptó  dijo: --contagieme  si regreso siempre seré  un leproso en mi pueblo  y no tengo familia  la  familia que dejé  en el pueblo, murió  como murieron mis hermanos  ,el día  que nos contagiaron de lepra. Yo moriré con ellos.en mi pueblo ya soy un leproso muerto.

Los hermanos Zenón  murieron a los tres años de estar internados, la novia del hermano mayor ya siendo una anciana estuvo en el hospital Agua de Dios,  al preguntar la fecha del deceso del que fue su gran amor;se sorprendió al encontrar  en el museo del hospital un libro de versos escritos a mano para ella,dentro de una vitrina de cristal .Cuando  Rosalba Contreras,  se acercó  al libro una juguetona brisa movió sus hojas y alcanzó  a leer un poema que decía :

Putrefacta  mi piel, Sana,mi alma, Podrido en mi hiel Siempre te  amaré  Rosalba...

Sé  que algún día  vendrás A indagar la fecha de mi partida Mi espíritu  no tendrá  heridas Como una brisa intranquila Mi amor te abrazará

Me voy lejos con estas  heridas Que  a suerte  me tocó tener, Pero a ti bella mujer Te amaré  como se aman  Las noches de amor en mi vida .... Edilberto Zenón  Moscote.

Guillermo Nieto Molina. Marzo 8 3:15 pm Derechos Reservados.

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