No todas las veces se puede ganar, dicen los jugadores de baraja
Todos los sábados les cuenta a las chicas del Night Club, lo deliciosa que fue la botella azul del 31 de diciembre. Las prostitutas cuando lo ven venir dicen " ahí viene el azulito".
Álvaro Pereira, carpintero de profesión disfrutaba todos los fines de semana bebiendo Ron a costilla de sus vecinos.
El nunca brindaba, al terminar los trabajos de carpintería se marchaba para el centro de la ciudad al club sexual "El Hoyito", así era reconocido el establecimiento,aunque en su letrero de luces de neón impactara con el nombre de "Club Nigh chicas Bellas" el dinero no le alcanzaba entre tener sexo y una botella de Ron,por lo tanto regresaba a su vecindario en estado activo de embriaguez, saludando efusivamente a sus vecinos, y por supuesto se sentaba a beber de sus botellas de ron y cerveza. Allí terminaba de embriagarse sin poner un peso para comprar otra botella o cervezas. Por estas razones los vecinos del lugar lo veían venir y decían entre ellos " hay viene el gorrero". Durante la semana, pasaba sin saludar por el frente de la casa de sus vecinos. Serio de mal humor con la vista fija. Bueno y sano, sin un trago de Ron era un tipo totalmente diferente. Bien peinado zapatos lustrados, el periódico capitalino El Aire doblado en su mano derecha se sentaba en la terraza de su casa a leer de espaldas a la calle. En varias ocaciones un vecino de la cuadra envío a su hijo a solicitarle el periódico en calidad de préstamo ; todas las veces se lo negó. Decía " aún no lo termino, mañana o en tres días puede mandar por el"
Muchas veces su vecino solo por constatar enviaba a los tres días en busca del periódico y entonces la excusa era " lo tomé para forrar unos espaldares de unas sillas que están en pintura".
Nunca fue posible que Álvaro Pereira le prestará el favor.
Sin embargo los sábados por la tarde era muy amigable risueño y bailador, despeinado,zapatos empolvados de bailar, parecía un trompo dando vueltas, y alargando su mano para beber Ron de las botellas de sus vecinos.
Así transcurrió todo los fines de semana del año. En un mes de diciembre exactamente un 31de diciembre ,Paulino Montalvo el vecino ubicado diagonal a la casa de Álvaro Pereira, tenía una botella de whisky escocés muy costoso la cual un compadre de Estados Unidos había traído como regalo de Navidad.
Álvaro Pereira al ver la botella se
frotó las manos y desde su terraza sonriente saludo a su vecino :
-- Vecino ,¡feliz noche de pascua! Ahorita lo acompaño , no sea que vaya a tomar solo toda esa botella y le haga daño.
Paulino Montalvo disimulo con una sonrisa fingida, se prometió así mismo, "De esta botella ni un trago gorrero!."
Fue a la cocina ,desocupó el líquido de la botella de whisky escocés de vidrio Azul en una botella de ron barato. El líquido del ron barato previamente depositado en una jarra lo vertió en la botella de whisky escocés de vidrio Azul, regresó a la mesa del comedor y colocó la botella con el líquido del ron barato. La botella del ron barato con el licor del wiskey fino guardó en la nevera. Diciendo:
-- Hoy me las pagas juntas pedazo de gorrero--
Álvaro Pereira se presentó a la terraza de Paulino Montalvo, le estrechó fuerte la mano como si se lo encontrara después de un largo tiempo. Sin pedir permiso se sentó en una mesedora, se meció sin pausa varias veces ,hasta que se puso de pie y al ritmo de un disco de salsa exclamó:
-- Brinde vecino, es noche de Navidad y esa botella que tiene en la mesa se ve que no es de por aquí, es un trago fino.--
Paulino Montalvo, sonrió pensando a paso lento se acercó a la mesa tomó la botella en una copa de vidrio, le sirvió un trago grande cargado, mientras se lo servía pensó " aquí te jodes gorrero, todas las mentiras al solicitar prestado el periódico me las pagas trago a trago." Le acercó la copa.
Álvaro Pereira se tomó el trago sin saborear, lo dejo caer prácticamente en su garganta. Estremeció su cuerpo como cuando se siente un escalofrío y expresó.
-- Nojodaaa vecino Paulino, que trago de rico,es que usted hasta parece rico, con esa botella en la mano.--
-- Vea vecino, me alegra su visita, tanto me alegra, que yo le voy a dejar esta botella para usted solo, usted sabe, yo soy corroncho, no estoy acostumbrado a esos wiskey finos.
Yo tengo una cococho añejo en la nevera yo tomo de esa ,usted de este sello Azul.
--- Ombee honor que me hace vecino.Tranquilo yo lo acompaño. Arrime la botella pá servirme otro -- Contestó Alvaro Pereira.
Desde el treinta y uno de diciembre de ese año, Paulino Montalvo leé primero el periódico" El Aire" que su vecino Álvaro Pereira, le lleva sin pedir prestado, ahora forra los espaldares de las sillas con bolsas plásticas en espera de un nuevo diciembre para tomar de la botella de color azul y sello azul. Conserva el sabor de ese ron en sus labios. Todos los sábados les cuenta a las chicas del Nigh Club, lo deliciosa que fue la botella azul del 31 de diciembre. Las prostitutas cuando lo ven venir dicen " ahí viene el azulito".
Guillermo Luis Nieto Molina Septiembre 10 2019 Derechos Reservados.
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