Duro Ultimátum: Plazo de dos años para demolerlo, pero ahora hay múltiples problemas, entre ellos, quienes compraron vivienda en la construcción. Hace dos años se sabía la decisión de la UNESCO pero no se tomó en cuenta la recomendación de la entidad
Publicado por RCN;
La Unesco dio hasta el 2021 para que el edificio ubicado cerca del castillo de San Felipe sea demolido.
El edificio Aquarela, envuelto en un largo pleito jurídico por haber sido construido en el entorno del castillo de San Felipe en Cartagena, tendría que ser demolido.
La Unesco advirtió que de no hacerse ‘La Heroica’ podría perder el título de patrimonio histórico y cultural de la humanidad.
La organización dio un plazo de dos años, es decir hasta el 2021. Por su parte, el alcalde de Cartagena, Pedrito Pereira, dijo que aún no ha sido notificado de la decisión, pero afirmó estar atento a lo que le indique el Ministerio de Cultura.
Esto lo escribí el 23 de enero de 2018, cuando se supo la noticia, pero en Cartagena no se dieron por aludidos. Hoy, frente al ultimátum que entrega la UNESCO, según el cuál Cartagena perdería su título de Patrimonio Histórico de la Humanidad
«Noble rincón de mis abuelos:
nada como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y de la espada,
del ahumado candil y las pajuelas…
Pues ya pasó, ciudad amurallada,
tu edad de folletín… Las carabelas
se fueron para siempre de tu rada…
¡Ya no viene el aceite en botijuelas!
Fuiste heroica en los años coloniales
cuando tus hijos, águilas caudales,
no eran una caterva de vencejos.
Más hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno les tiene a sus zapatos viejos…»
Siempre hemos sido admiradores de la poesía pavimentada de sarcasmos de Luis Carlos “El Tuerto” López, el gran bardo cartagenero. Quien la haya leído, no puede evitar una sonrisa al recordar A Un Condiscípulo, donde se burla de un compañero de escuela, quien era bastante torpe pero que -no se sabe a través de qué medios- llegó a instalarse en los círculos más cerrados del gobierno; A un Perro, donde ridiculiza a los políticos y muchas más, con las que nos tropezamos en la época de la adolescencia y de juventud, pero que aún hoy seguimos degustando. Sin embargo creo que aquí, en este soneto que presentamos, el singular poeta se equivocó cuando afirmó que “tus Hijos, águilas caudales, no eran una caterva de vencejos” Lo fueron antes y lo son ahora. Siguen siendo esa “caterva de vencejos” No de otra manera se explica que la ciudad, por culpa de sus propios hijos, esté a punto de perder su designación como “Patrimonio histórico cultural de la Humanidad” La situación ha sido divulgada de manera amplia por todos los medios de comunicación desde hace algún tiempo, La construcción de edificios que impiden que monumentos como el Castillo de San Felpe, por ejemplo, puedan ser observados desde la distncia es una de las causas.. La UNESCO, a través de varios voceros, ha hecho conocer que Cartagena perdería tal designación, si no hay un código urbanístico, un Plan Especial de Manejo y Protección del Patrimonio (PEMP) que proteja la parte histórica y aquí aparece esa ioncente “caterva de vencejos” El alcalde, Dionisio Vélez, parece haber cerrado los ojos frente al peligro. Dice que está dispuesto a entregar la documentación exigida, pero que no ha recibido “una comunicación en tal sentido por parte de la UNESCO”. -De manera oficial no sabemos nada- dijo. Miembros del Concejo, por su parte, han decidido culpar a los entes nacionales y de manera más concreta al Ministerio de la Defensa -Llevamos diez años tratando de construir un plan de protección del patrimonio y hace 2 años y medio ese PEMP está paralizado por el Ministerio de Defensa porque quieren que se les permita construir edificios de 30 pisos en el terreno de la Base Naval- dijo de manera cándida el concejal del Polo Democrático, David Múnera Cavadía. ¡Por Dios! No es el momento de hablar. y tampoco, el de repartir culpas. Con todo y lo importante que es saber quienes fueron los corruptos sobornados que autorizaron tales construcciones, lo que se necesita de forma urgente, es actuar. Entregar de manera inmediata ese documento exigido, ese nuevo plan de ordenamiento territorial que exige la UNESCO, porque este organismo no son los Concejos Municipales o Asambleas Departamentales, donde -tras varios meses de debates y discursos inútiles- al final todo se deja pasar y queda igual. Esta vez, no. A la UNESCO es imposible entretenerla con recursos retóricos y menos aún con “darle tiempo al tiempo”. Para poder mantener esa designación de Patrimonio Histórico, si en Cartagena aún hay “águilas caudales”, deben levantarse para acabar de una vez por todas con la “caterva de vencejos”
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