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  • Foto del escritorPepe Sanchez

La maldición de Jacques de Molay, que aterrorizó a Francia por cinco siglos. Muerte de rey Felipe IV

Actualizado: 17 mar 2020

*Fue quemado el 18 de marzo de 1314 y en ese momento, emplazó a sus acusadores: Papa Clemente y Rey Felipe IV ; Os emplazo para que en 90 días, nos encontremos todos ante el Tribunal de Dios, dijo Molay en la hoguera. Los emplazados, murieron en menos de lo 3 meses señalados

*Felipe IV murió el 29 de noviembre de 1314, el Papa Clemente el 30 de abril de ese mismo año


El 18 de marzo de 1314, el Gran Maestre de la Orden de los Caballeros Templarios, Jacques de Molay, antes de ser quemado en la hoguera por la Inquisición, lanzó una maldición contra el trono francés, que horrorizó a Europa y se mantuvo vigente por cinco siglos hasta la Revolución, según señalan algunos observadores.

La historia se remonta a 1290, cuando finalizaron las Cruzadas. estas expediciones de carácter militar, habían sido organizadas por el Papado, la dinastía de los Capetos, monarcas franceses y el Sacro Imperio Romano germánico, a fin de recuperar Jerusalén los llamados Lugares Santos, sitios donde transcurrió la vida de Cristo, que estaban ahora en poder de los musulmanes. ("Infieles" como se les llamaba en ese momento).

Gran parte delo poder bélico de los cruzados, era sustentado por unas órdenes de carácter religioso-militar, Los Caballeros Templarios, encargados de cuidar a los peregrinos que iban a visitar el templo; los Hospitalarios, que ayudaban proteger a quienes se dedicaban al transporte de los enfermos, Los Teutónicos -quienes darían después origen al Gran Imperio Alemán- y los de San Lázaro, nobles que padecían la lepra.

Tras la estruendosa derrota sufrida por los europeos en la confrontación bélica en el llamado Oriente Medio, las tropas regresaron a su base, pero estas órdenes de carácter militar, habían perdido casi del todo su razón de ser.

Ya la Iglesia no necesitaba ese tipo de ejércitos cuyos soldados, entrenados para la la lucha y el manejo de las armas, permanecían ociosos en sus castillos y esto quizá perturbó al Rey de Francia, quien temía que esa tropa experta en guerrear, en cualquier momento podría querer apoderarse del reino, o poner en su trono a alguien de sus afectos. Pero además estaba la cuestión de la riqueza.

La vida de lujos y de costosos gastos de la corte francesa, había dejado exhaustas las arcas y el dinero de los Templarios podía ser una solución.

En Francia,los Templarios -que tras dos siglos de existencia habían acumulado riquezas enormes, se convirtieron en objeto de persecución por parte del rey, Felipe El Hermoso. Las razones de esto no están del todo claras, si bien el novelista e historiador, Maurice Druon, en su colección Los Reyes Malditos, deja ver parte de estas causas.

-Los Templarios, se habían especializado en la protección del dinero de quienes poseían los mayores bienes de fortuna. Esto lo hacían, mediante el cobro de una comisión, lo que los convirtió en los primeros banqueros de la historia. Esto les produjo una fortuna considerable, que despertó la ambición del Rey,que veía en ella una forma de cubrir el cuantioso déficit que tenía la Corona- afirma.

 Felipe comenzó una implacable persecución contra los Templarios, apoyado en supuestas pruebas que aportaba su Jefe de Policía y Consejero, Guillermo de Nogaret y en las espantosas torturas de la Inquisición. Ordenó que la detención su produjera bajo el más absoluto sigilo; no era bueno alertar a los Templarios sobre la asechanza, porque podían defenderse y eran adversarios temibles. El Papa Clemente creó la bula  Pastoralis praeminens en la que se admitían las acusaciones y después la  Vox in excelso, que declaraba la supresión de la cofradía y permitía la confiscación de sus bienes.

Así lo describe el Diario Masónico

-Fueron los rumores generados en torno a su secreta ceremonia de iniciación en la Orden Templaria, los que generaron desconfianza en el pueblo con el impulso de la Iglesia que se ocupaba de inculcar y mantener en el espíritu de las gentes el fanatismo y el miedo, y con el apoyo del poder de Felipe IV, que era un deudor moroso de los Templarios y presionó al Papa Clemente V para que tomara medidas contra ellos, Los Templarios, víctimas de la codicia, la envidia y el fanatismo, fueron torturados y condenados a la hoguera durante varios años. En 1314 fue quemado vivo públicamente, frente a la catedral de Notre Dame, en París, Jacques de Molay, el último Gran Maestre de la Orden del Temple. Los que pudieron huir, escapando de la injusticia, llevaron con ellos lo que se ha convertido en los “secretos” de los Templarios (su imaginario y fabuloso Tesoro, el ilusorio Santo Grial, sus míticos rituales, etc.), y fundaron otras Órdenes caballerescas en diferentes lugares de Europa generándose la leyenda de los Caballeros Templarios- indica la publicación ,.

Jaques de Molay, Gran Maestre de la Orden, aristócrata de 71 años de edad, tampoco resistió el martirio. Destrozado por las horribles torturas del Santo Oficio, terminó por confesar lo que sus verdugos querían: Que la Orden practicaba la sodomía y la idolatría.

Esta confesión, hizo que la Inquisición lo liberara pero de manera inmediata, Molay se arrepintió. Proclamó frente a sus captores que había hecho la declaración obligado por el dolor de la tortura, y que prefería la muerte antes que aceptar las iniquidades que se le atribuían.

Digno, orgulloso y valiente, subió sin temores o vacilaciones al montón de leños donde iba a ser quemado, y miró a la multitud de frente, para expresar su terrible maldición

«Dios sabe quién se equivoca y ha pecado y la desgracia se abatirá pronto sobre aquellos que nos han condenado sin razón. Dios vengará nuestra muerte. Señor, sabed que, en verdad, todos aquellos que nos son contrarios, por nosotros van a sufrir. Clemente, Guillermo de Nogaret y tú también Felipe, traidores a la palabra dada, ¡os emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios!... A ti, Clemente, antes de cuarenta días, y a ti, Felipe, dentro de este año…»  

Este emplazamiento hecho por el Gran Maestre Templario en la hoguera, tuvo  cumplimiento absoluto. En menos de noventa días, tanto Felipe el Hermoso, como Guillermo de Nogaret, habían muerto en circunstancias un tanto extrañas .

Pero todo no paró ahí. La poderosa dinastía de los Capetos, que gobernaba Francia desde 997. El 1 de febrero de 1328, 14 años después de la muerte de Felipe, falleció Carlos IV quien fuera el último monarca de tal estirpe, pero aún había que esperar otro salto, este de 5 siglos: el 21 de enero de 1793.fue guillotinado Luis XIV de Borbón, último descendiente de Felipe El Hermoso.

Se cuenta que tras ser decapitado el rey Luis XVI, un masón saltó sobre el cadalso, hundió su mano en la sangre, salpicó con ella a la multitud y gritó: "¡Jacques de Molay, estás vengado!"

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