La única evidencia que existe sobre la matanza de niños menores de dos años ordenada por Herodes a fin de que entre ellos cayera el Mesías, es el Evangelio de San Mateo:
-Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.» (Evangelio de Mateo 2, 16-18)
Un acto de barbarie como este, no podía pasar inadvertido. Sin embargo, los otros evangelistas, Lucas, Marcos y Juan, no se refirieron jamás al suceso, como tampoco los historiadores de la época.
Incluso resulta llamativo que un cronista como el judeo-romano Flavio Josefo, que siempre se mostró como un crítico implacable de Herodes -a quien acusó de crueldades excesivas y monstruosas- jamás tocase el asunto.
Pero ¿Ocurrió o no esta horrorosa muestra de maldad por parte de Herodes?
Joseph Ratzinger, cuando aún no era Benedicto XVI, escribió en su libro sobre la vida de Jesús:
“Es cierto que no sabemos nada sobre este hecho por fuentes que no sean bíblicas, pero, teniendo en cuenta tantas crueldades cometidas por Herodes, eso no demuestra que no se hubiera producido el crimen.”, dice.
En la celebración del Catolicismo de la Fiesta de los Inocentes, hay una incongruencia:
Según señala el evangelista Mateo la matanza se produce porque “Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén”, pero…
La Iglesia Católica fija la matanza de los infantes el 28 de diciembre, es decir, 9 días antes del 6 de enero, fecha en la que se conmemora la llegada de los Magos.
¿Por qué se presenta esta disparidad, esta extraña divergencia entre el Catolicismo y la Biblia?
Como se sabe, los jerarcas de la Iglesia Católica siembre trataron de enmascarar o mejor, sacralizar las fiestas paganas, quitándoles ese matiz..
Ubicando la conmemoración de la muerte de los Santos Inocentes el 28 de diciembre, “tapaban”, “eclipsaban”, la Saturnalia romana y el Sol Invicto, festividades celebradas con base en el movimiento de los astros y la fertilidad de la Tierra.
Un doble golpe magistral pues haciendo que los Magos llegaran el 6 de enero, santiificaban la Fiesta de Los Locos, que se celebraba ese día como preámbulo de los Carnavales, otra muestra de paganismo.
Algunos pretenden que las bromas y los chistes burlescos acerca de la inocencia que se hacen el 28 de diciembre, tienen que ver con esta Fiesta de los Locos, registrada por el escritor francés Víctor Hugo, en Nuestra Señora de París, pero no es así. Son fechas diferentes y diferentes las formas de celebrarlas.
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