samaria y…¡Del Unión Magdalena…!
Por: Jorge Charris Pacheco
¡¡¡CRECE LA UNIOMANIA!!!
Hoy le “cedemos el turno al bate” a nuestra colega humorista, SARITA ACOSTA, una pescaitera que ama y es fiel seguidora del CLUB UNIÓN MAGDALENA. Como buen hijo regresa a la casa de su Papá.
Así se expresa Sarita Acosta:
“SIEMPRE CONTIGO MI UNIÓN”.
Amigo@s ahora que estamos en “modo Unión Magdalena” quiero compartir con ustedes lo siguiente: Mucha gente especialmente los jóvenes si nos ven en el estadio o vistiendo las camisetas alusivas al equipo azul y rojo, nos empiezan a criticar y a decir ¡¡ Ajá ahora si van al estadio verdad !!, ¡¡ claro como estamos casi en el ascenso ya todos son unionistas!!; y cómo hace uno para convencerlos que no es así? o mejor es no parar bolas y dejarlos que expresen lo que quieran?.
No me puedo quedar callada y por eso quiero decirles que Yo si soy fiel unionista y de las de antes y tengo gratos recuerdos de mi niñez, juventud y adultez; lo que pasa es que los tiempos cambian; en mi época de asistencia al estadio siempre compartíamos con las mismas personas y amigos todos los domingos.
Santa Marta no había crecido tanto y casi todos nos conocíamos y disfrutábamos cómo en familia los goles y los triunfos, igual con caras tristes aceptábamos las derrotas; esos partidos se vivían en fiesta, parecía un carnaval y más cuando eran clásicos Unión Vs Júnior, con la transmisión de Edgar Perea (QEPD), quien con su forma jocosa de transmitir y su ironía se ganaba el corito HP del público; pero hasta ahí; no habían barras bravas, ni tanto vandalismo; si se perdía salíamos tristes, si ganábamos salíamos alegres, pero todos en paz, esperanzados que en el próximo partido íbamos a vibrar de alegría y a gritar los goles de nuestro querido Ciclón.
Son tantos los recuerdos que tengo de esas épocas maravillosas que me llenan de nostalgia al recordar a mi papá Catalino “catano” Acosta que aunque era beisbolista, pitcher zurdo, siempre apoyó al Unión, respetó mi afición y delirio por el futbol; tan es así que igual como lo expresa Carlos Vives que Él iba al Eduardo Santos de la mano de Jaime Deluque, Yo de la mano de mi papá esperaba en la puerta de mi casa que pasara el Sr Silvio Lizcano preparador físico de ese entonces o del jugador Pablo Emilio Huguet, para irme agarrada de sus manos ya que sola no podía ni me dejaban ir.
Recuerdo los años de 1965 al 68 que el Unión además de los jugadores locales cómo Alfredo Arango, Pedro Vásquez, Mañe Manjarrés, Raúl Peñaranda, Aurelio Palacio, Raul Peñaranda, Efraín Padilla, Jaime Deluque, entre otros, tenía jugadores brasileños, paraguayos, uruguayos, chilenos, argentinos; como yo estudiaba en el Liceo Colombia y el estadio quedaba cerca, hasta allí llegaba con mis compañeras de estudio para verlos cuando salían del entrenamiento y poderles “pantallar” y saludar, entre ellos a Pipico, Samaniego, Líder Toledo, Odacir, Sayas, Obdulio Torres y Quiñones.
En el 68 fue una locura, un 15 de diciembre ganamos la primera estrella y subida en una camioneta llamada “Apolo 11” de mi cuñado Alfredo Núñez, cuando eso novio de mi hermana Ligia, recorrimos todas las calles especialmente las de Pescaito cuna de los Arango, los Palacio, los Calero, Valderrama y muchos futbolistas más que es imposible enumerar pero viven en mis recuerdos. Precisamente un 15 de Diciembre de 1973, cinco (5) años después de obtener esa estrella, me uní en vínculo matrimonial con Miguel Cortés, quien también es hincha de nuestro querido Ciclón, juntos acudíamos a presenciar los partidos y cuándo llegaron mis hijos Miguel Alberto y Jahn David ya no éramos 2 sino 4 los que acompañamos al “equipo de mi tierra”.
Fueron pasando los años, el Unión por su bajo rendimiento descendió a la B; el estadio se deterioró y los partidos ya no se jugaban en Santa Marta sino en canchas de otras ciudades y todo lo anterior ocasionó el alejamiento físico, pero no de corazón porque con Migue y mis hijos hemos mantenido nuestra pasión y amor por el Unión Magdalena.
Cómo no expresar lo que siento por mi querido equipo; cómo olvidar la euforia que me causaba la sirena de “Chepe Balín” y la tambora de la barra Guajira; cómo quisiera saborear las empanadas “conchí”, el hielo y raspao del Sr Quinto; mis ojos húmedos y mi memoria recorren la cancha con sus tribunas sol, sombra general y numerada. Por todo lo vivido en este ámbito deportivo no puedo quedarme callada cuando escucho esos feos comentarios; será qué los de mi edad no podemos volver al estadio a deleitarnos y mezclarnos con la alegría de los jóvenes ?.
Por último les digo que ahora hay tantas composiciones musicales dedicadas al Unión Magdalena, pero no he vuelto a escuchar recuerdo una de sus estrofas, la cuál se las voy a cantar a capela para que vean como tengo impregnado al Unión en mi memoria…Ahhh y saben qué, soy Samaria, Pescaitera, Unionista, Humorista y voy al estadio cuando me dé la gana. “Se las dejo ahi”… Así es la UnionMania en toda La Región Caribe de Colombia.
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