¿Es la imagen de la Madre de Cristo o se oculta tras ella algún misterio?
¿LA REINA DEL CIELO, ASTARTÉ, ASTAROT, CERES Y LA DIOSA MADRE MEXICANA, TONANTZIN ENCARNAN LA APARICIÓN DE LA DE GUADALUPE?
Esta nota fue escrita hacia el 2010, pero aún subsisten los interrogantes que desde entonces nos hemos planteado. No es la Virgen María quien aparece en la imagen ¿De quién se trata entonces? ¿De qué material fue hecha la tinta con la que se elaboraron los colores de la imagen?
La historia de la aparición de la Virgen de Guadalupe en México, en el cerro del Tepeyac, es bastante conocida. Ella se le presentó tres veces al indio Juan Diego y éste se lo contó al jerarca eclesiástico, Fray Juan de Zumárraga.
El fraile le pidió una prueba del milagro, y por eso Juan Diego, la tercera que vez que se le presentó la maravillosa figura, le expuso la petición del sacerdote. La señora le dijo que recogiera unas rosas. que –de manera taumatúrgica- crecieron en esa zona semidesértica. “Estas flores serán la prueba”, le dijo al indio.
Es evidente que las flores ya eran una prueba. En esa zona tan seca y en pleno invierno del norte, era imposible que pudieran darse. No obstante, cuando el indio llegó donde el padre Fray Zumárraga a mostrar el prodigio, se encontró con la sorpresa de que había otra demostración.
En la túnica donde recogió las flores –tilma, le llaman los aborígenes- estaba impresa la imagen de la hermosa mujer. Hasta aquí la historia, pero a través de los siglos han surgido grandes interrogantes, muchos de ellos sin respuesta.
¿CORRESPONDE ESTA APARICIÓN A LA VIRGEN MARÍA DEL CATOLICISMO?
Lo primero que hay que señalar en torno a esta imagen del Tepeyac, es que no se trata de una persona del tipo hebreo, como debía ser la Virgen bíblica. El advenimiento en México, revela a una mestiza en estado de embarazo, cuyos rasgos han sido alterados, tratando de darle una apariencia diferente.
El primer aviso lo dio el Premio Nobel alemán, Richard Kunh es 1938, quien afirmó que los componentes de la pintura de la aparición, no eran conocidos en el mundo.
Es bueno recordar que para ese entonces la Tabla Periódica de Mendeleiv sólo tenía especificados 92 elementos químicos, si bien ya se había deducido la existencia de los transuránidos, con los que el número aumenta hasta 117. Pero de estos últimos, tampoco había ninguno entre los colorantes. Entonces…¿De dónde provinieron los colores utilizados para pintar la imagen de la Virgen si no existen sobre la faz de la tierra? Bueno, los enigmas siguen.
Se supo que hacia el siglo XVI, alguien había hecho cambios en la fisonomía de la efigie. Los colores, en las manos y la barbilla de la imagen, son diferentes del todo a los del resto del conjunto.
¿Quiénes y por qué lo hicieron? Nunca se se supo pero las manos y el rostro de la aparición, han sido alargados por seres humanos. La imagen original, refleja el rostro de una clásica aborigen de la región, al que se le han añadido trazos, para desfigurarla y hacerla aparecer como alguien de la raza blanca.
Esto que se ve hoy de la aparición de la Guadalupe, no se parece en nada a la original. Esta de hoy es una mujer de etnia del todo diferente.
EL ORIGEN ASTRONÓMICO Y PAGANO DEL CULTO A LA VIRGEN MARÍA Y CÓMO LO ENMSACARÓ EL CATOLICISMO
Las antiguas civilizaciones del denominado Oriente Medio –sumerios, caldeos, persas babilonios y más tarde griegos y romanos- le rindieron tributo a una Reina del Cielo, de quien nació un Niño-Dios y Salvador de la humanidad. La llamaron también La Diosa Madre.
Los propios hebreos en algunos momentos también siguieron la tendencia que fue reprimida de forma dura por Moisés, pero que Salomón volvió a entronizar durante su reinado. Esta Reina del Cielo –llamada así por los judíos- es mencionada en la Biblia dos veces por Jeremías: (Jeremías 7-18) y Jeremías (44 17-25) Con este título, el profeta se refiere a Astarté, diosa de Babilonia y Asiria, también llamada Astarot por otros grupos y se decía que era “La esposa de Jehová” El Creador a quien asimilaron a la divinidad pagana llamada Moloc.
En su segunda referencia, Jeremías habla de castigos que le sobrevendrán al pueblo, si sigue “derramando libaciones a la Reina del Cielo”.
En el Oriente Medio, los labriegos –en contacto constante con la Naturaleza- sabían que el 8 de septiembre, aparece en el firmamento, en la constelación de Virgo, una estrella llamada Spica o Espiga. Ese era el indicativo de que la Tierra estaba en estado de fertilidad y que ya se podía sembrar. La misma práctica se observa entre los campesinos españoles y llamados “guanches” en las Islas Canarias y además, en todo el Mediterráneo.
De la misma forma estos cultivadores entendían que el trigo debería ser cosechado el día 15 de agosto –práctica que hoy es seguida también- y ambos días, tanto el 8 de septiembre como el 15 de agosto, se celebraban con fiestas ruidosas y en muchos casos orgiásticas.
La Iglesia Católica quiso ocultar el origen astronómico y por en ende pagano de estas celebraciones y las santificó con la Virgen María, la madre de Cristo, que nace el 8 de septiembre y es subida por los ángeles al Cielo el día 15 de agosto.
Esto lo sostiene también en su libro Grandes Enigmas del Universo, el escrito Richard Henning, quien se refiere al círculo del Zodíaco que está representado en la Iglesia de Nötre Dame de París. En el lugar donde debe aparecer la Constelación de Virgo, es presidido por la Virgen María con el Niño.
Pero los aborígenes aztecas, también tenían su Reina del Cielo. Era llamada Tonantzin y el historiador mexicano Miguel León Portilla revela que los náhuatl, terminaron por asimilarla con la aparición de la Virgen de Guadalupe: “Tonantzin Guadalupe, el simbolismo de la flor y el canto se pinta y matiza esta otra realización del encuentro de dos mundos”.
TONANTZIN LA REINA MADRE EN EL TEPEYAC
El indio Juan Diego, le dijo a Fray Juan de Zumárraga, que el templo que la Virgen pedía, debía ser erigido ahí en el Tepeyac. Pero en el Tepeyac, en ese mismo lugar, se veneraba a Tonantzin, “Nuestra Madre”, como le llamaban los aborígenes del Valle de México. Esto hizo que surgiera un equívoco y el historiador Fray Bernardino de Sahagún, en 1570, dijo que aquello parecía “satánico”:
-Y ahora que está allí edificada la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, también la llaman Tonantzin, tomada ocasión de los predicadores que a la Madre de Dios la llaman Tonantzin (…) y es cosa que se debía remediar, porque el propio nombre de la Madre de Dios Señora Nuestra no es Tonantzin (…); parece ésta invención satánica, para paliar (ocultar) la idolatría bajo la equivocación de este nombre Tonantzin, y los indios vienen de muy lejos, tan lejos como de antes, la cual devoción también es sospechosa, porque en todas partes hay muchas iglesias de Nuestra Señora, y no van a ellas, y vienen de lejanas tierras a esta Tonantzin, como antiguamente– expresó el prelado.
-La historia mexicana, dice que Tonantzin antes de la conquista hispana, en el mismo lugar que hoy conocemos como la Villa de Guadalupe, al norte de la Ciudad de México, se reverenciaba, en la parte más alta del Cerro del Tepeyac -cuyo nombre significa en náhuatl “nariz” o “punta de la sierra”- a la diosa Tonatzin, Nuestra Madre, quien simbolizaba las fuerzas femeninas de la fertilidad, y quien compartía esta característica con otras diosas- según afirma León Portilla en Tonantzin y La Virgen de Guadalupe.
¿Ocurrió aquí lo mismo que con la Diosa Madre y la Virgen María? Tras estas afirmaciones de Fray Bernardino ¿Quiso la Iglesia Católica quitar el carácter pagano del culto? Hay una leyenda recogida por autores de origen español sobre el nombre de Guadalupe que se le dio a la aparición.Se cuenta que Juan Diego dijo en náhuatl que se trataba de Coatltopetl, Reina de las Flores y de la Tierra. La imposibilidad española de pronunciar de manera correcta la conjunción de las consonantes TL y el parecido de la palabra con Guadalupe, hizo el resto.
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