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  • Foto del escritorPepe Sanchez

A propósito de un nuevo arzobispo: Injurias y calumnias impidieron que el Padre Pedro María Revollo

Actualizado: 21 jul 2022

fuera el primer obispo de la ciudad



SACERDOTE DURO, SOLDADO MILITANTE CONSERVADOR, ASCÉTICO, ENEMIGO DE LOS EXCESOS Y FEROZ ADVERSARIO DEL AQUEL CÍRCULO POÉTICO BARRANQUILLERO QUE TENÍA COMO LEMA EL MODERNISTA, DE A “BEBER, A BEBER Y A APURAR, LAS COPAS DE LICOR”, COMO EN LA ÓPERA MARINA, EL PADRE PEDRO MARÍA REVOLLO NO PODÍA SER UN LIBERTINO Y MUCHO MENOS UN DESENFRENADO SEXUAL

Mucho es lo que la expansión del catolicismo en Barranquilla, le debe al padre Pedro Antonio Revollo (Después cambió su segundo nombre a María, en honor a la Virgen cuyo culto se encargo de estructurar en todo el departamento) Capellán del Colegio de la Inmaculada Concepción, administrador de la parroquia de Chiquinquirá, fundador de El Estandarte, primer periódico católico de la ciudad, Secretario y Vicario General de la Curia y el más denodado y aguerrido paladín de la creación de la Diócesis. Pero cuando se habla de él, se desconocen todos estos méritos y se habla solo de su supuesta vida disoluta y de una incansable afición a las encamadas con mujeres casadas o doncellas. Pero…¿De dónde partieron estas elucubraciones? Primero, hagamos un muy breve paseo por su biografía: El padre Pedro María Revollo nació en Ciénaga el 23 de enero de 1868 de padres cartageneros, quienes se habían visto obligados a huir de su ciudad natal, a causa de las persecuciones desatadas contra los seguidores de Juan José Nieto Gil, cuya historia ha sido destrozada y enterrada por sectores políticos que desean que sea del todo olvidada. Su primera infancia estuvo enmarcada por los odios políticos que había en el país; en 1876, sus progenitores debieron emprender otra huida, esta vez hacia Barranquilla, para evitar a los seguidores del radicalismo, enemigos acérrimos de quien después sería presidente de la República,el cartagenero, Rafael Núñez.. Pedro María Revollo recibió las órdenes menores en el Seminario Conciliar San Carlos Borromeo, de Cartagena de parte del obispo Eugenio Banfi y más tarde partió hacia Italia, radicándose por un tiempo en Roma, donde recibió doctorados en Filosofía y Teología en la Universidad Gregoriana, el presbiteriado en San Juan de Letrán, lo mismo que las demás órdenes. Nos cuenta José David Villalobos, que por causa de una dolencia que estuvo a punto de acabar con su vida, se aferró al culto de María y cambió su segundo nombre en honor a la Virgen. Cuando retornó a Colombia en 1894 párroco de San Nicolás, primero ayudando al Padre carlos Valiente y después en propiedad y poco después, empezó con tesón inquebrantable su labor de que Barranquilla fuera convertida en Diócesis. Y fue esto último quizá, lo que le valió ser calumniado y acusado de Don Juan, seductor incorregible.

BATALLA DE POR UNA DIÓCESIS DE LA QUE NO FUE OBISPO Barranquilla no fue ajena a las terribles luchas políticas que aquejaban al país. Primero parte del departamento de Bolívar, después, del departamento del Atlántico segregado de allí, más tarde convertida a su vez en departamento y al final, haciendo parte otra vez del Atlántico. Fue entonces, en 1910, cuando comenzó la enconada lucha del Padre Revollo, para que la ciudad fuese convertida en Diócesis y le fuese nombrado un obispo. El padre Revollo se entrevistó incluso en 1919 con el entonces presidente de la República, Marco Fidel Suárez para tratar de conseguir su objetivo, sólo para encontrarse con un imposible:El Padre Carlos Valiente se oponía a tal designación, indicando que la ciudad no estaba preparada para eso. ¿A qué le temía en ese momento Monseñor Valiente? Cuando se trata de investigar sobre el tema, los historiadores lo tocan solo de manera tangencial indicando eso: Barranquilla no estaba preparada. Pedro María Revollo no cejó en su peregrina idea, que vio cristalizada en 1937, cuando el Papa Pío XI emitió una bula en la cual separaba a Barranquilla de la Diócesis de Cartagena y la convertía su vez en obispado. La Jerarquía Eclesiástica, designó al presbítero huilense, Calixto Leyva, como primer obispo de la recién creada Diócesis: Como sucede siempre, jamás se dio una explicación clara de por qué un aguerrido y valiente sacerdote, defensor como nadie del catolicismo, fundador del primer periódico de esta religión luchador incansable para que Barranquilla obtuviera esa designación, no hubiera sido designado como su primer Vicario. Una explicación que siempre se ha entregado por fuera de la historia, es que la fama de semental, de enjundioso persecutor de lechos de doncellas y de otro tipo de damas, hizo que su nombre fuera desestimado, en favor de otros candidatos más cercanos a la Jerarquía Nacional. Consultadas todas las fuentes históricas de la ciudad, ninguna entrega una versión sobre los hechos y sólo admiten que eso era potestativo de la Iglesia. Sin embargo, la fama de hombre de vida fácil, de lujurioso empedernido e impenitente, adúltero y demás, perseguiría al sacerdote hasta su lecho de muerte en Barranquilla, el 31 de enero de 1960.

ULTRACONSERVADOR Y DURO CONTRINCANTE DE LAS TEORÍAS REFORMISTAS ERA TODO LO CONTRARIO A UN LIBERTINO Leal al presidente Rafael Núñez, el Padre Revollo fue un soldado más dentro de las tropas gobiernistas, no como hombre de armas sino como combatiente religioso. Se escribió esto acerca de su actitud: “Apenas suena el clarín ya el padre Revollo está metido en las filas con el gobierno; otra vez será capellán militar y en el cuerpo sanitario recorrerá, como nunca, la Costa hasta el Sinú; luchará en Sincelejo, cabalgará por Tolú y llegará al límite de Antioquia”. También tuvo su cuota de participación en Toluviejo, en la más fuerte refriega entre las fuerzas oficiales y los rebeldes liberales. Allí ofrece “misa al ejército y desde el balcón de una casa, frontera a la iglesia, administra los servicios a los soldaditos que desfilan ante él”, Fiero defensor de la Fé Católica, Revollo bombardeó desde su tribuna periodística El Estandarte, al Modernismo a y a todos sus cultores: -Horror causa que semilla tan venenosa llegue a sembrarse en esta tierra todavía virgen para esa perniciosísima planta.(…) Aplaudimos a Rigoletto -columnista local- que con carácter ha reprobado el discurso del joven de la Rosa…- escribió en su periódico refiriéndose al poeta panameño Leopoldo de la Rosa, quien publicó unos versos en apariencia algo eróticos. Lino Torregrosa, Hermes Cepeda, Leopoldo y Enrique de la Rosa,, Miguel Rasch Isla, Tiberio Hormechea. quienes se reunían alrededor del poeta antioqueño Porfirio Barba Jacob, según Ramón Illán Bacca, sí estaban en la mira del sacerdote: -Tribu de modernistas, cuya filosofía es a beber, a beber y a apurar, las copas de licor” No, no hay fuentes para consultar, pero parece inverosímil que alguien de este talante, con esa férrea concepción conservadora, que no permitía que se apartase alguien un solo milímetro de las enseñanzas católicas, fuese un libertino e infractor impenitente de las reglas del Catolicismo. Esto le permite pensar a muchos, que esa fama de crápula endilgada al religioso, era sólo para justificar que no fuera nombrado obispo en la Diócesis por la que tanto luchó


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