Nuestro Departamento del Atlántico, como una inmensa lira, se instala en el centro del Caribe colombiano, para irradiar desde allí, frescura, amor y mucho arte
ATLANTICO RIO, MAR.
PUERTA DE ORO: MAS DE DOS SIGLOS DE SABOR
Nuestro Departamento del Atlántico, como una inmensa lira, se instala en el centro del Caribe colombiano, para irradiar desde allí, frescura, amor y mucho arte. Su capital Barranquilla, nacida de los sueños de los originarios Kamash y Mokanás, y que además se nutrió de los sueños de quienes vinieron muchos años después, como un mandato divino se convirtió en la Puerta de Oro. Desde aquí le marcamos al país entero, el sendero por donde se camina hacia el desarrollo. Este Sitio de Libres, le abrió paso a la radio, la aviación, la educación superior, al futbol, al beisbol, al desarrollo de la arquitectura y hoy en día, somos punto de llegada del cable de fibra óptica lo que nos ubica nuevamente como puerto de llegada de la tecnología mas avanzada, en este caso, para las comunicaciones.
Modificamos las Bocas de Ceniza, para crear una entrada mucho más amplia por la que cupieran los sueños de mas gente, los de mas allá de los mares. Por nuestro puerto marítimo y fluvial desembarcaron desde muy lejanas tierras, variadas culturas y tradiciones, dando lugar a una amalgama de ritmos, danzas, colores y sabores. Mientras el mar nos traía la modernidad, por el río seguían subiendo hermanos que no nos dejaron olvidar nuestras raíces. Llegaron desde muchas leguas río abajo, donde se habían unido en un matrimonio indisoluble, los pitos de los indios, la percusión africana y el blanco que adornó con blusas y polleras, los cuerpos de nuestras mujeres mestizas. Y así se formó La Cumbia, ritmo cuyo nombre hoy día ya no nos mueve saber si es cierto que deviene de una palabra africana o si fueron los tiempos que marcan sus tambres, los que recitaron ese maravilloso mantra: CUMBIA. Preferimos quedarnos con la definición que hemos acuñado en el sentido de que la Cumbia es un sentimiento; es el ritmo madre, del cual se desprenden expresiones mas alegres o más melancólicas del ser caribe y representa la mejor mezcla etnocultural del Caribe Colombiano
ENCUENTRO DE DOS MUNDOS EN LA ESQUINA DE LA FELICIDAD.
Este puerto bendito, que nació sin las connotaciones de barbarie y aniquilación que supuso el encuentro de dos mundos, también se convirtió en sitio obligado para encontrarse con la alegría. Es así que para celebrar el final de contiendas internas que ya no queremos recordar, nos inventamos una Batalla de Flores, para declarar la apertura de unas fiestas de Carnaval en Barranquilla No es que seamos indolentes. No es que vivamos por fuera de la realidad. Es que en nuestro ADN también está el bastoncito resiliente y cumbiambero, que impide que no nos quedemos “rumiando desgracias” y que seamos capaces de sobreponernos al dolor, pasemos la página y enfrentemos con optimismo el futuro.
En esta fiesta indudablemente la Reina es Su Majestad La Cumbia, este alegre ritmo nacido en el corazón Caribe Colombiano, logra su verdadera difusión en Barranquilla, ciudad porteña situada en la desembocadura del río Magdalena, donde cada año, durante el célebre carnaval, patrimonio cultural de la humanidad, le rendimos homenaje.
Y en medio de esta apertura cultural que ofrece nuestro bello departamento, surge el merecumbé, ritmo en el que se mezclan la cumbia que nos trajo el Río Grande de la Magdalena y el merengue que nos llegó por el puerto. Estas dos creaciones de las almas libres del Gran Caribe, llegaron a manos de un orfebre musical, el legendario Pacho Galán, que con su música y con sus letras rindió homenaje a nuestra esencia, a nuestro río, al mar caribe, a nuestra tierra.
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