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Foto del escritorPepe Sanchez

DE RECTORES Y RECTORAS “Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus”.

Actualizado: 18 abr 2020

Esto nos hace pensar que Ud. Dra Mariluz debe continuar dirigiendo los destinos del Alma

Mater para conseguir un acuerdo en torno a las ideas fundamentales sobre el ser

Uniatlanticense de cara al futuro que nos espera.


Piden continuidad de Mariluz Stevenson en la rectoría de la Universidad del Atlántico


José Gabriel Coley, Filosofo Uniatlántico


Desde la antigüedad los hombres están asociados a la guerra, la destrucción, luego

muerte y las mujeres al amor, la maternidad, luego vida. Por eso se nos hace difícil

aceptar una mujer militar, más no así en los cargos directivos en los cuales la feminidad

es clave para administrar, comenzando por nuestras casas. Y hasta en la universidad.

En el Alma Mater los sucesores varones de Julio Enrique Blanco han sido muchos pero

pocos. Al principio ser rector era dignificante. Pero cuando la corruptela invadió la

institución comenzó el desastre, salvo honrosas excepciones. Hubo desde panaderos

hasta rectores por horas ya que nadie quería serlo, pero la academia continuó marchando

gracias a la perseverancia de sus docentes. Bastaría con mirar el ingente ejercicio y la

dedicación de los profesores del programa de historia que fue el primero en acreditarse.

Historia hizo historia. Por ello ni la ley 550 que se nos aplicó (ley de quiebra), ni la

liquidación uribista, ni el reciente escándalo de marras, impidieron la Acreditación

institucional por parte del Estado.

En 78 años de existencia, escasas han sido las rectoras pero una de ellas, hombruna, de

cuyo nombre no queremos acordarnos como diría Cervantes, duró más de 8 años. Le

hicimos oposición crítica de principio a fin, ya que vino impuesta por el gobierno central,

era antipopular y déspota pero, a pesar de su poder, no logró destruirnos.

Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Otra rectora de la llamada generación de

1971, Rafaela Vos, que había hecho parte de la administración que acabamos de

mencionar, asumió de manera prioritaria toda una serie de tareas urgentes para cumplir

con las exigencias del C.N.A. y reunir las condiciones iniciales del proceso de

Acreditación; impulso académico vital que se proyectó hasta la actual rectoría de Mariluz

Stevenson, que el pasado 22 de abril recibió en sus manos la resolución del MEN N°

004140 producto final de un esfuerzo de lustros: LA ACREDITACIÓN INSTITUCIONAL

DE ALTA CALIDAD ACADÉMICA.

Decimos producto final, sí, pero de un ciclo; los ciclos como el nombre lo indica son

finitos, sucesivos y cuando uno termina sobreviene otro que necesariamente debe ser

superior al anterior. Si no, hay involución y muerte. Este proceso de Acreditación, por

tanto, debe proseguir y le fue entregado a una persona del género femenino quien está

obligada a demostrar su talante. Nosotros ya se lo hemos dicho y se lo repetimos: Ud. Dra

Stevenson ha sido elegida por la historia, arme su equipo y hágale honor a su estirpe. Sus

méritos están respaldados por su excelsa hoja de vida.

Solo antes que Ud. hubo otra mujer que logró convocar tantas voluntades a su favor:

Paola Amar. A ella la universidad la ungió con su respaldo en un momento realmente

difícil pero el Estado nos respondió de la peor manera. Hoy es Ud. y solo Ud. la que goza

de consenso, desde la base hasta la altura, es decir, de toda el área universitaria. Las

circunstancias son diferentes, sobre todo después de habérsenos otorgado el

reconocimiento oficial de la Acreditación.

Esto nos hace pensar que Ud. Dra Mariluz debe continuar dirigiendo los destinos del Alma

Mater para conseguir un acuerdo en torno a las ideas fundamentales sobre el ser

Uniatlanticense de cara al futuro que nos espera. Su nombre fue propuesto a la rectoría

no solo para enaltecer, reivindicar y exaltar a la mujer, sino además, por su ecuanimidad y

capacidades administrativas. De todos modos a la institución nos ha ido mejor con el

género que se relaciona con Venus que con el de Marte.

Seria de necios, harto difícil, y causal de des-unión, empezar una vez más a “adivinar”

otro rector o rectora que re-una las disímiles fuerzas universitarias. Pues en la medida en

que Ud.se comprometa y cumpla con ponderación, equilibrio y gobernando con los

mejores, no hay otra alternativa sino su permanencia al frente de la primera universidad

del Caribe colombiano, que nos permita una re-acreditación ininterrumpida como hemos

venido argumentamos en comunicados anteriores.

Tome distancia y distíngase. Nuestro campus es un campus académico no un campus de

batalla por contratos y burocracia. Esa etapa tiene que ser abolida. La politiquería a raya.

El llamado es acceder a la edad de la razón. Nos negamos a creer que la insensatez, la

mezquindad y los intereses protervos sigan atentando contra la Institución, para darle

pretexto a las fuerzas irracionales a que regresen como las oscuras golondrinas de

Bécquer a teñirnos de luto. O de vergüenza. Empezar una nueva etapa de entendimiento

y superación académica permanentes, es la consigna.


Colectivo docente

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